Se sabe que a algunos adultos les cuesta sumergirse en el mundo moderno de dispositivos interconectados e información siempre al alcance de un clic, y en ocasiones incluso debemos aleccionar a nuestras propios padres cuando no se mueven con tanta soltura o cometen errores – que no siempre son inofensivos.
Por eso, y para ellos, a continuación 5 consejos pensados para que aprender a vivir y disfrutar la seguridad al 100%:
- No etiquetar a demasiadas personas y mantener la privacidad de los demás
De seguro se ha escuchado hablar de “oversharing”, la práctica de compartir demasiado en redes sociales. Son muchos los adultos que lo hacen y las formas: orgullosos padres y madres que cada día suben fotos de las andanzas de sus bebés; otros que usan sus perfiles como diarios íntimos o espacios de descarga para contar todo lo que les pasa, todo lo que hacen y hasta quejarse de lo que no les gusta; madres expresivas que dejan mensajes enternecedores a sus hijos o el típico “¡Mira esto!” con 48 personas etiquetadas, de las cuales apenas unas pocas encontrarán interesante el contenido.
Más de uno habrá sido avergonzado por una foto de su infancia subida por un familiar, y es probable que muchos de los bebés cuyas fotos empapelaron las redes sociales en estos años crezcan y no estén del todo conformes con esto. Sabemos que aquí no hay malas intenciones, pero aún así, la privacidad debe ser resguardada y los adultos deben entenderlo.
A todos ellos se les puede decir: no contar todo y elegir quiénes pueden ver lo que publican.
- No mandar spam en cadenas de WhatsApp
Las famosas cadenas que tanto sobre poblaron las casillas de email hace unos años se han adaptado al avance de la tecnología y hoy en día se presentan en aplicaciones de uso masivo como WhatsApp. Que Facebook no va a ser gratis, que se filtraron chats de celebridades o audios polémicos, bromas, videos chistosos o largos textos que instan a ser reenviados para evitar una desgracia son algunos de los más habituales.
Claro que puede ser bastante molesto recibir estos contenidos y pueden convertir a quien los envía en un spammer por accidente.
A todos ellos se les puede decir: a menos que se conozca la procedencia y legitimidad de una cadena, ¡no la reenvíe!
- Pensar bien qué datos piden en la web – ¿realmente necesitan el email para ver un video de un gatito?
Las campañas de phishing e Ingeniería Social se aprovechan de noticias o titulares cautivadores; lo vienen haciendo desde hace años y lo seguirán haciendo, potenciadas por la masividad de las redes sociales y el alcance que permiten.
Así como el scam que anunciaba un “video impactante” y solo descargaba malware en el equipo, aparecen decenas de engaños cada día que solo buscan robar datos personales para enviar más spam, publicidad o incluso códigos maliciosos.
A todos ellos (con altos niveles de curiosidad) se recomienda: usa el sentido común y aprender a identificar historias falsas.
- Pedir ayuda a los hijos – puede parecer que les molesta pero querrán colaborar
Así como las personas con conocimientos técnicos se ven muy frecuentemente obligadas a arreglar los problemas y errores de los usuarios más distraídos, los hijos que ya tienen edad suficiente para haber resuelto obstáculos en el uso de la tecnología reciben cotidianamente pedidos desesperados de ayuda de sus padres. Y si bien lo que preguntan puede parecer obvio, y si bien a veces puede ser irritante explicarles lo mismo varias veces, es preferible eso a que adultos desprevenidos instalen o descarguen cualquier cosa sin detenerse a pensar en la seguridad.
A todos ellos les se les puede decir: está bien pedir ayuda; hacerlo y aprovechar para aprender – quizás la próxima vez uno pueda resolverlo solo. Pero, ¡cuidado! No cometer errores al solicitar asistencia y asegurarse de ser una buena compañía en ese momento.
- No agregar a cualquiera en redes sociales, así como tampoco se comparte la vida con desconocidos en la calle
Claro que al abrir una cuenta de Facebook se puede encontrar a decenas de personas con el mismo apellido, pero no todas son posibles familiares lejanos, y ese perfil con tantos amigos en común puede no ser quien dice ser. Los perfiles falsos también existen en abundancia y es necesario tomar todas las precauciones.
Tal como se les dice a los hijos menores: ¡no compartan los detalles de la vida personal con desconocidos!