Llegó diciembre, y con él la Navidad, una de las fiestas favoritas del año. Pero… ¿Que sería de la Navidad en los hogares sin los adornos navideños? Poco a poco se sacan todos los adornos que con esmero se guardan año tras año. Sin embargo, ¿nos hemos detenido a pensar en el significado del árbol, la corona, el muérdago, el pesebre y el resto de adornos? Estos mantienen viva la tradición y nos recuerdan el verdadero significado de la época.
Para muchos, los adornos de Navidad son simplemente parte de la tradición familiar, o quizás un aspecto cultural. Pero la Navidad es mucho más, los cristianos conmemoran el nacimiento del niño Dios. Y la celebración no está completa sin el despliegue de brillantes y elaboradas decoraciones que, a través de los siglos, han sido el legado de otras generaciones.
Comencemos por los colores tradicionales de la Navidad. El rojo simboliza el nacimiento, el verde la naturaleza, ambos significan el crecimiento y la resurrección.
Las bolas o guirnaldas simbolizan las manzanas que colgaban de los árboles sagrados de la antigüedad, que propiciaban el retorno de la naturaleza y la fecundidad en el planeta Tierra.
Las campanas repican simbólicamente para anunciar el nacimiento del Jesús y su mensaje de paz y esperanza para el año nuevo. En la antigüedad se utilizaban para ahuyentar los malos espíritus.
La tradición de encender velas en Navidad, recuerda cuando la Virgen María dio a luz al niño Jesús en el pesebre, a la luz de una vela. No podemos olvidar, que la Navidad es la cristianización de la más antigua de las fiestas de la humanidad: la del solsticio de invierno. Ésta es la celebración astronómica en que la luz vence a las tinieblas.
Ahora se encienden velas de colores, con un significado diferente de acuerdo a su color: la vela amarilla se utiliza para atraer dinero y trabajo. La roja para atraer el amor, la azul para atraer tranquilidad, la verde para atraer esperanza, y la blanca para atraer la paz y tranquilidad. Hoy en día, éstas han sido sustituidas por las luces.
Las coronas se originan en Alemania. Simbolizaban el poder y dignidad de las familias que las exhibían en las entradas de su residencia. Su forma redonda representa la vida eterna.
Los ángeles: Un ángel le anunció a la Virgen María que daría a luz al Mesías. Por tal razón el ángel se coloca al tope del árbol de Navidad para simbolizar su amor y bondad.
La estrella: Gracias a la luz de la estrella de Belén los tres Reyes Magos encontraron el pesebre para adorar al niño Dios. Por tal razón se utilizan las estrellas, para simbolizar la luz y la esperanza.
El árbol de Navidad simboliza el árbol de la vida eterna. En la antigüedad representaba el árbol del Paraíso, del cual Adán y Eva comieron el fruto prohibido, dando paso al pecado original.
El Pesebre: La idea de San Francisco, en 1223, era que la escena del nacimiento sirviera a los feligreses que asistían a la Misa de Gallo a meditar sobre el misterio de la Navidad. En aquel entonces se utilizaban personas y animales para revivir la escena.
Los adornos navideños evocan sentimientos de nostalgia, y con razón, ya que han trascendido siglos para continuar difundiendo el mensaje de paz y amor en la Tierra.