Un asteroide del tamaño de cuatro campos de fútbol pasará muy cerca de la Tierra durante la tarde del 31 de octubre (el día de Halloween), según ha confirmado la Agencia Espacial Europea (ESA). Y aunque no supone ningún peligro para nuestro planeta, es la demostración palpable de que son necesarios más esfuerzos para localizar rocas espaciales potencialmente peligrosas.
El objeto, que ha recibido la denominación de 2015 TB145, tiene unos 400 metros de largo y pasará a 480.000 km. de la Tierra. Es decir, a una distancia superior a la que nos separa de la Luna. A pesar de ello, muy pocas veces pasa tan cerca un objeto de este tamaño, y con una masa suficiente como para destruir toda una ciudad si cayera en una zona poblada.
Sin embargo, y a pesar de que esta vez no corremos ningún peligro, la ESA subraya el hecho de que el asteroide fue descubierto el pasado 10 de octubre, es decir, a sólo 21 días del momento de máxima aproximación. Si su trayectoria hubiera sido ligeramente diferente, solo habríamos tenido ese tiempo para prepararnos para el impacto. Apenas doce horas después del primer avistamiento, que se llevó a cabo en Hawaii, la Agencia Espacial Europea confirmó la presencia y la trayectoria del asteroide desde el observatorio de Tenerife.
Aunque 480.000 km es una distancia más que prudencial, a escala cósmica equivale a «una bala silbando junto al oído», afirman los investigadores. El objeto, además, viaja a una velocidad de 35 km por segundo con respecto a la Tierra (más rápido que la media) lo que en caso de impacto habría multiplicado su poder destructivo.
«El hecho de que un NEO (Objeto Cercano a la Tierra) tan grande y capaz de causar un daño significativo se descubra solo 21 días antes de su máxima aproximación -asegura Detlef Koschny, de la Oficina de Alertas Espaciales de la ESA- demuestra la necesidad de vigilar cada día el cielo nocturno».
Dentro de 100 años
Los cálculos de los astrónomos indican que 2015 TB145 no supondrá un peligro para la Tierra durante por lo menos durante los próximos cien años, aunque el objeto no figuraba hasta ahora en la lista de NEOs, en la que aparecen los objetos espaciales potencialmente peligrosos (los que, en algún momento, cruzarán la órbita terrestre).
Por el momento se desconocen casi por completo las características físicas del asteroide. «El diámetro estimado de 400 metros tiene un amplio margen de incertidumbre -asegura Marco Michell, astrónomo de la ESA asignado al programa NEO – como es habitual para cualquier objeto del que aún no conocemos detalles, como por ejemplo su composición. Pero habrá información más detallada sobre su tamaño una vez que el objeto pueda ser observado por radar, lo cual se espera que ocurra entre ahora y primeros de noviembre a través de las estaciones de seguimiento de la NASA en Goldstone y del Telescopio Green Bank».
Se piensa que existen cerca de 5.000 otros NEOs de este tamaño en las cercanías de nuestro planeta, aunque la mayor parte de ellos aún no han sido descubiertos. Para ello, para tratar de localizar el mayor número posible de NEOs antes de que sean un peligro, la ESA está desarrollando un nuevo programa de observación automática del cielo, que se espera empiece a funcionar a finales de 2016.
Los objetos como 2015 TB145, en efecto, suelen ser descubiertos por programas automáticos de observación. Solo que normalmente los asteroides tan grandes suelen ser vistos mucho antes, cuando aún están a más de 400 millones de km. de nosotros. Esta vez, sin embargo, no ha sido el caso, aunque con el asteroide de Halloween hemos tenido suerte. La próxima vez podría no ser así.