Actualmente, existen 56 países y 4 territorios en el mundo que esconden restos de explosivos y minas terrestres de las guerras pasadas. Estas minas suponen una barrera clara para el desarrollo y el crecimiento económico de las zonas afectadas.
Una solución que está teniendo un éxito indiscutible para eliminar estos explosivos es la llevada a cabo por la ONG APOPO, que cuentan en sus filas con unos seres excepcionales que suelen llevarse muy mala fama entre nosotros.
Las ratas son las grandes aliadas del equipo de personas que forman parte de APOPO, una ONG belga que está volcando todos sus esfuerzos, destinando gran parte de su financiación a la tecnología necesaria para remover las minas existentes, así como al entrenamiento de estos roedores.
Su presencia ha resultado ser clave para la detección y exterminación de minas terrestres, pues estos animales no superan el kilo y medio de peso y una mina promedio necesita de más de 5 kilos para poder detonarse.
Además del peso, estos inteligentes animales son capaces de rastrear minas de manera efectiva en un radio de 200 metros cuadrados en tan sólo 20 minutos, que comparado con las 25 horas que necesita un operario con detector de minas, la eficacia en ambos no tiene punto de comparación.
Desde que en 1997 las conocidas como “HeroRats” están operando en los campos minados, ninguna rata ha causado baja por explosivo. De hecho, estos animales están tan bien cuidados y mimados que, si por circunstancias de su trabajo, sufrieran de cáncer de piel por exposición solar prolongada, reciben cirugía instantánea. Aunque, siempre comienzan su jornada laboral protegidas con la crema solar adecuada para prevenir estas posibles situaciones.
La jubilación para estos animales llega cuando ya no están dispuestas para trabajar o cuando empiezan a perder el interés sobre su trabajo.
HeroRats nacen y se entrenan en Morogoro, en Tanzania (África), y se envían a otros países que han sufrido una guerra para ayudarlos a recobrar la normalidad y a recuperar sus tierras.