Archivo por meses: abril 2015

Objetivo de guerra: destruir el legado cultural del enemigo

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La indignación mundial generada por la destrucción de Dur Sharrukin, capital del Imperio Asirio en el siglo VIII a. C., no parece que vaya a detener las ansias de destrucción del Estado Islámico. Era el cuarto enclave del patrimonio cultural saqueado por esta organización terrorista desde hace un mes. También arrasaron Nimrud, en Irak, o la capital del antiguo Imperio Parto, Hatra, trayendo  a la memoria otros episodios en los que se perdió, a lo largo de los siglos XX y XXI, gran parte de la herencia artística de la historia.

En la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, gran parte del patrimonio histórico y artístico acumulado en Europa durante siglos fue, en apenas un instante, reducido a escombros. El objetivo era acabar con todos aquellos lugares de orgullo del país enemigo. Cayeron catedrales, museos, palacios o cascos históricos, muchos de ellos considerados patrimonio de la humanidad.

«Cuando los terroríficos aviones británicos y americanos aparecen sobre los centros del arte alemán e italiano, transformando en menos de una hora en escombros y ceniza los monumentos culturales que ha costado siglos construir, hay mucho más en juego que el terror de la población civil», dijo el ministro de Propaganda del Reich, Joseph Goebbels, en 1943.

Esta estrategia bélica venía de lejos. Basta con recordar la primera gran destrucción que sufrió la Biblioteca de Alejandría por parte de Julio César, que ordenó lanzar teas incendiarias contra el edificio. Según Séneca, se acabó nada menos que con 40.000 documentos de un valor incalculable.

Acuerdos Internacionales

Hasta finales del siglo XIX no existió ningún tipo de reglamentación internacional para proteger el patrimonio histórico-artístico durante los periodos de guerra. Las conferencias de Bruselas (1884) y de La Haya (1907) fueron las primeras en hacerse cargo de la protección de edificios utilizados con fines artísticos, científicos o caritativos, tales como, por ejemplo, monumentos, museos o iglesias.

Los acuerdos a los que se llegó en este sentido –dictaminándose, por ejemplo, que los países en conflicto debían señalar al enemigo dónde se encontraban los edificios históricos– fueron un fracaso. Durante la Primera Guerra Mundial, la Catedral de Reims fue bombardeada indiscriminadamente por la aviación alemana, por ser está un símbolo nacional de Francia. A raíz de episodios como éste, más tarde, en la Conferencia de Washington de 1922, se prohibió terminantemente cualquier ataque aéreo sobre objetivos que no fueran militares. Esto también se ignoró.

En este sentido, la Unesco lleva años tratando de llevar un registro de los monumentos destruidos por las guerras de todo el mundo, pero es una tarea difícil. Para comprobarlo, solo hay que echar un vistazo al amplio repaso realizado por el investigador Nicola Lambourne en «War Damage in Western Europe: The Destruction of Historic Monuments During the Second World War» (2001), sobre la destrucción organizada del patrimonio francés, alemán e inglés durante la Segunda Guerra Mundial.

La mayoría de los bienes de Polonia declarados de interés histórico y cultural, por ejemplo, quedaron arrasados de manera deliberada entre 1939 y 1945. El 85% de la capital quedó convertida en escombros y el 43% de los monumentos del país fueron destruidos. La Archicatedral de San Juan de finales del siglo XIV, el Castillo Real de Varsovia, la Iglesia de Santa Ana de mediados del siglo XV y el Palacio Staszic de comienzos del XIX, son algunos de los 782 edificios que desaparecieron.

En Francia fueron atacados hasta 550 monumentos, algunos tan importantes como la Catedral de Reims. Fue bombardeada en dos ocasiones. La segunda, poco después de que se concluyeran los trabajos de restauración de los ataques sufridos en la Primera Guerra Mundial.

La imagen de Winston Churchill visitando las ruinas de la Catedral de Conventry, destruida por la Luftwaffe en 1940, es casi icónica. El primer ministro inglés utilizó las ruinas de este enclave construido en el siglo XV como arma propagandística, alimentando el sentimiento heroico y épico de su población. Igual suerte corrieron el Palacio de Wurzburgo, en Alemania, del que sólo se conserva el 2% del edificio original.

Siglo XXI, la destrucción continúa

El ensañamiento contra los bienes culturales no se ha detenido en el siglo XXI, a pesar de la fuerte legislación internacional vigente en este aspecto. El ejemplo más reciente son las destrucciones llevadas a cabo recientemente por el Estado Islámico. En 2001, la retransmisión en directo de la demolición con dinamita de los budas gigantes de Bamiyán dio la vuelta al mundo. Hasta que los talibanes acabaron con él, era uno de los monumentos más espectaculares del mundo del budismo.

Cuatro años más tarde, le tocó el turno a la Gran Mezquita de Samarra, que llegó a ser la más grande del mundo. Construida en el siglo IX en Irak, la parte superior de su inmenso minarete de más de 50 metros de alto y gran parte de sus paredes fueron destruidas como consecuencia de las bombas.

Se podría incluir aquí la destrucción masiva del patrimonio cultural en Tombuctú, entre junio de 2012 y enero de 2013. Grupos como Al Qaida derribaron mezquitas, bibliotecas y mausoleos, y quemaron miles de manuscritos preislámicos y medievales.

Son solo algunos ejemplos. Quizás los más llamativos de una lista infinita. En 2013, la directora general de la Unesco, Irina Bokova, expresó hoy su «consternación» por las nuevas destrucciones del patrimonio cultural en Siria, como es el caso de la Gran Mezquita Omeya de Alepo, una de las más antiguas del mundo. En su opinión, acabar con estas herencias del pasado «no tiene otra finalidad que la de intensificar el odio y la desesperanza y debilitar aún más los fundamentos de la cohesión de la sociedad siria». Pidió que cesen de inmediato, pero eso no ha ocurrido.

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Verdades sobre la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo

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 El cine ha contado la Pasión y Muerte de Jesucristo en numerosas ocasiones. La más polémica sin duda ha sido La Pasión de Cristo de Mel Gibson, cuya dureza le valió al film el calificativo de «antisemita» por una parte de la comunidad judía. ¿Pero qué fue realmente lo que pasó aquellos días?  Varios expertos en fisiología, historia y Sagradas Escrituras fueron consultados sobre los mitos y verdades que rodean la Muerte y Resurrección de Jesús.

¿Por qué cuando muere Jesús se produce un terremoto y se oscurece la Tierra? ¿Hay alguna evidencia de que esto ocurrió realmente así?

El Nuevo Testamento habla de los temblores de tierra subsiguientes a su muerte y de las tinieblas que cubrieron la Tierra durante unas horas. Efectivamente, existe una noticia histórica, fruto de un historiador judío, un tal Thallus, que escribió hacia el año 52 d. C., que, en una obra suya histórica –perdida– hablaba de este terremoto y de estas tinieblas subsiguientes relacionadas con un eclipse solar. El testimonio nos ha llegado indirectamente, gracias al cosmógrafo Julio Africano, pero es perfectamente válido.

El episodio del eclipse es también recogido por historiadores romanos ya más tardíos como Tertuliano, del siglo II d. C., o Eusebio de Cesarea, ya del siglo III d. C., que lo ubica exactamente en el año 32/33 de nuestra Era y dice que fue especialmente intenso en Oriente afectando a ciudades como la célebre Nicea.

-¿Qué distancia tenía el camino de Jesús hasta el Calvario?

-No se sabe con certeza dónde estaba Pilato cuando le llevaron a Jesús para que lo condenase a muerte. Según unos autores estaría alojado en el palacio de Herodes, y según otros en la Fortaleza Antonia para vigilar más de cerca la explanada del Templo en aquellos días de Pascua, en que se concentraban muchas gentes llegadas desde lejos a Jerusalén. En cualquier caso, la distancia de ambos lugares al Calvario es de unos 500 metros.

-¿Jesús llevó el travesaño de la cruz -la parte horizontal de la cruz- camino del Calvario o la cruz entera? 

-Tampoco se puede decir nada con certeza. Por el modo en que se crucificaba ordinariamente, parece más posible que sólo llevase el travesaño y que al llegar al lugar, una vez fijadas las manos al travesaño, fuera alzado sobre el poste vertical.

-¿Los clavos atravesaron sus manos o sus muñecas?

-Por documentos históricos, tanto de escritores cristianos como paganos, y por los hallazgos arqueológicos de crucificados en la Palestina de la época del Señor, es razonable pensar que primero clavaran los dos brazos al tablero horizontal que cargó durante el camino al Calvario.

Con los brazos estirados pero no en forma tirante, las muñecas, no la palma de las manos, eran clavadas al patíbulo. Se ha demostrado en experimentos con cadáveres, que los ligamentos y los huesos de la muñeca pueden soportar el peso del cuerpo suspendido. De otra forma, si se hubieran clavado las palmas, el peso del cuerpo en posición vertical, las hubiera desgarrado.

 -El Viernes Santo los cristianos rememoran la muerte de Cristo. La celebraciones tienen lugar a las tres de la tarde, ¿realmente Cristo murió a esa hora? ¿Cómo se puede saber ese dato?

-Dicen los Evangelios (Mateo 27,45; Marcos 15,33; Lucas 23,44 y Juan 19,14) que Jesús estuvo en la cruz de la hora sexta (las doce) a la hora nona (las tres), en que murió.

-¿La Pasión y muerte de Cristo coinciden cronológicamente con las celebraciones litúrgicas de Semana Santa? Es decir, ¿era jueves cuando se produjo la última cena?

-Las fechas de las celebraciones litúrgicas coinciden con los relatos evangélicos, según los cuales la última cena fue la noche anterior a la muerte de Jesús, por la tanto, el jueves.

 -¿Murió al día siguiente? Si muere un viernes a las tres de la tarde, entonces su resurrección no pudo producirse el domingo. Jesús resucita al tercer día, ¿cómo se explica?

-Muere el viernes por la tarde y lo depositan en el sepulcro (1º día), su cuerpo pasa todo el sábado en el sepulcro (2º día) y resucita en las primeras horas del domingo (3º día). Este es el modo de contar los días (no se trata de días completos en el sepulcro, sino de días en los que estuvo –al menos unas horas- en el sepulcro)

 -¿Son verdaderas la Sábana Santa de Turín? ¿Y la de Oviedo?

-La fe católica no dice nada acerca de la autenticidad de las reliquias. Es una cuestión que está abierta a la investigación científica, y cada uno puede pensar lo que le parezca más razonable a la luz de los datos que se tengan. En el caso de la Sábana Santa de Turín y el Sudario de Oviedo parece que tanto los estudios históricos como el análisis de los lienzos inclina a pensar que pueden ser verdaderas reliquias.

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La alucinante, maravillosa visión del futuro digital

 

https://www.youtube.com/watch?v=w-tFdreZB94?feature=player_embedded

¿Cómo será el futuro? A menudo esa pregunta se deja a escritores y artistas, quienes ponen en práctica sus habilidades para formular el mejor panorama posible. Pero es menos común para una empresa dedicada, día a día, a desarrollar la tecnología que hará realidad ese futuro, con resultados sorprendentes.

El más reciente video de Microsoft titulado “Productivity Future Vision” (“Visión de Futuro ”) lo prueba. Continuación de un video de 2011 con el mismo nombre, muestra en sólo seis minutos la vida de una joven académica en procura de un trabajo. Finalmente ella lo consigue aplicando innovaciones que aún no existen.

Lo más sutil, pero potencialmente más complejo, es el uso de asistentes digitales altamente inteligentes. En una escena, una ejecutiva busca un experto en el estudio del alga marina. Antes de buscar en sitios de anuncios clasificados, ella simplemente pide a su computadora qué candidatos son los más calificados. Un asistente digital rápidamente responde no sólo con una relación sino también con una evaluación detallada de las fortalezas y debilidades de cada potencial empleado.

Aunque la escena es breve, muestra cómo Microsoft confía en que Cortana, personaje que identifica a su asistente personal virtual, pueda orientarse y que implica un nivel asombroso de complejidad y conectividad. Para que esto sea posible una computadora tendría que buscar a través de enormes cantidades de datos y catálogos sobre la base de criterios muy específicos.

Presumiblemente, esto requeriría un servicio en la nube, ya que un dispositivo local probablemente no podría contener la potencia de procesamiento y almacenamiento necesarios Actualmente ningún asistente digital tiene las capacidades para ser una realidad en breve plazo.

Dispositivos reciben atención en la forma de pulseras con pantalla táctil curva, controladas a través de un mecanismo de rotación de la muñeca. Parece un poco torpe, y probablemente no es una indicación de que Microsoft tiene la intención de vender, pero sí muestra que la empresa considera a la tecnología portátil una parte importante de su futuro.

Hologramas son otro aspecto, también, aunque principalmente en un breve segmento hacia el final del vídeo. A diferencia del proyecto HoloLens actual de Microsoft, que requiere el uso de un auricular, los hologramas que se muestran aparecen a un usuario que no está usando un equipo especial. Una vez más, esto es probablemente una visión optimista de una idea más que la pista de un producto inédito.

Los avances de siempre están presentes, así: dispositivos flexibles, pantallas-paredes, medios translúcidos. Nada de esto es nuevo, y de hecho el video “Visión de Futuro”, de Microsoft, que apareció en 2011, se centró en gran medida en las mismas tecnologías. A diferencia de la visión 2011, sin embargo, el nuevo video pone mayor énfasis en la interacción de la interfaz que va más allá del tacto, tales como comandos de voz y gestos.

Todo lo que se muestra es un concepto, y probablemente cambiará dramáticamente para la próxima Visión Futura dentro de algunos años. Aún así, es una visión interesante de seis minutos, no sólo por lo que dice sobre el futuro, sino también por la forma en que destaca las tendencias recientes en dispositivos, comandos gestuales y asistentes digitales, ninguno de los cuales se consideraron importante hace apenas cuatro años.

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