En 1967, el comandante Luis Reque Terán dirigió la captura del guerrillero más célebre de América Latina: Ernesto “Che” Guevara.
Y casi medio siglo después, su hija Gina Reque Terán se convirtió en la primera mujer en ostentar el máximo grado en las Fuerzas Armadas de Bolivia.
Ahora, la hija del hombre que dio caza al Che acaba de cumplir un mes con el bastón de mando de general, el que recibió de manos del presidente del país, Evo Morales, en marzo pasado.
Un caso singular
En América Latina las mujeres componen cerca del 4% de la fuerza militar, según Marcela Donadío, secretaria ejecutiva del centro de estudios Red de Seguridad y Defensa de América Latina (Resdal).
“Y Reque Terán no es la primera mujer general de América Latina: Venezuela tiene una general y una almirante, y Chile tuvo en los años 90 una general de la policía militar”,le explica a BBC Mundo la experta. También existen actualmente en Bolivia dos mujeres generales de la policía nacional.
Pero el caso de Reque Terán, de 53 años, es singular.
“Es la primera general que lidera tropas de combate y que recibió su formación en una academia militar”, explica Donadío.
Una trayectoria con la que la general soñaba desde pequeña, inspirada por el ejemplo de su papá.
“Desde niña tenía la visión de seguir la carrera militar de mis padres”, le dijo a los medios locales.
“Como mujer me siento muy agradecida de que me den esta oportunidad y también muy orgullosa. Es el logro, es una aspiración a la que todos los militares queremos llegar”, aseguró en una entrevista con el periódico El Día de Bolivia.
Mujeres en las Fuerzas Armadas
Las mujeres empezaron a participar en las Fuerzas Armadas en América Latina en los años 50, pero trabajaban sobre todo como personal de apoyo y de servicio.
Fue hasta los años 70 cuando tanto Bolivia como Venezuela abrieron temporalmente el ingreso a las mujeres a la Academia militar, explica a BBC Mundo Marcela Donadío.
En el caso de Bolivia, la Academia se abrió a las mujeres desde 1979 hasta 1985, cuando el acceso les fue cerrado por el gobierno militar.
Y en esa época, a los 17 años, Reque Terán ingresó al Colegio Militar de Aviación de La Paz, como parte de una camada formada por una veintena de bolivianas que lograron entrar a las Fuerzas Armadas.
Algunas de ellas ya están retiradas, pero la Academia volvio a abrirle las puertas al sexo femenino en 2003.
Y Reque Terán asegura que en las Fuerzas Armadas de Bolivia las mujeres están hoy “totalmente incluidas”.
“A todas las mujeres decirles que creo que debemos seguir trabajando y dedicarnos a la profesión al cien por ciento”, dijo la general el día de su ascenso.
Hogar militar
Reque Terán fue comandante de sección y de compañía así como profesora de institutos militares antes de alcanzar el rango de general.
Forma parte del Estado Mayor boliviano, está casada con un militar y es madre dos hijos: uno que estudia en la secundaria y otro en la universidad.
“En el cuartel, como en cualquier otra carrera militar, se cumplen las normas y reglamentos”, cuenta.
“Y en mi casa, las mismas normas que tiene cualquier mamá, papá, mamá e hijos y cada quien con su responsabilidad. El hecho de que mi esposo sea coronel y yo general no influyen en el mando de mi hogar”, asegura.
Por lo demás, como explica el corresponsal de BBC Mundo Ignacio de los Reyes, en los últimos años el papel de las mujeres y la igualdad efectiva de oportunidades ha estado en el centro del debate en Bolivia y el nombramiento de Reque Terán podría ayudar.
Pero todavía queda mucho camino que recorrer.
A comienzos de este mes, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos expresó preocupación por el número de feminicidios registrados en Bolivia, con más de un centenar en el último año.
“Mientras el ejecutivo de Evo Morales aprobó leyes y reglamentos para fomentar el acceso de las mujeres a campos como el político, donde ahora componen la mitad de la Asamblea Legislativa Plurinacional, o la lucha contra la violencia de género, organizaciones feministas denuncian que en el país los derechos más básicos de las mujeres aún se vulneran cada día y que las autoridades no han hecho lo suficiente para evitarlo”, explica el corresponsal.