La figura del Defensor del Lector no es nueva en el periodismo latinoamericano. Uno de los que ejerció esa labor fue Javier Darío Restrepo, connotado hombre de prensa colombiano, en El Tiempo de Bogotá.
Peru 21 lo acaba de crear. Su Director Juan José Garrido hizo el anuncio en su columna diaria:
Desde sus inicios, el periodismo se ha forjado la imagen de incansable contralor del poder político y económico, entre otros, lo que le he valido la denominación de cuarto poder, así como se ha enfrentado, de manera decidida muchas veces, aun a costa de la vida, ante las ideas totalitarias y dogmáticas. El periodismo serio ha jugado un enorme papel en el avance de los derechos y las igualdades.
El periodismo cumple, bien ejercido, un papel valioso en la sociedad. Sirve, como ocurre en nuestro país, como paliativo y llamada de alerta ante la precariedad institucional. Sin el rol que jugaron distintos medios en nuestro pasado reciente, aún se mantendría la cúpula delictiva en Áncash, o seguiría haciendo de las suyas un amigo del vértice del poder; y si estamos en ello, cómo no recordar la caída del fujimorato gracias a la transmisión del vladivideo a través de Canal N.
Pero, así como el periodismo puede servir al desarrollo de nuestras sociedades, con las mismas puede atropellar y destrozar personas, acuerdos, historia, para terminar yendo contra su propia naturaleza.
Los periodistas y los medios nos debemos a una sencilla máxima: la búsqueda de la verdad. Pero, en esa tarea de controlar y ajustar al poder, ¿quién ajusta al periodismo? ¿Quiénes son los auditores de nuestra profesión?
Para algunos, cualquier tipo de injerencia o limitación vulnera los principios básicos bajo los cuales el periodismo se realiza; a saber, libertad de expresión y opinión. Sin duda, valores imprescindibles de nuestra cultura y sociedad; sin ellos, nuestras libertades y nuestros derechos estarían a merced del poder de turno. Como escribió Albert Camus, “una prensa libre podrá ser buena o mala, pero sin libertad la prensa nunca será otra cosa que mala”.
Pero (siempre hay un pero), como explica Michel de Montaigne, siempre es importante que el poder, cualquiera que sea, conozca sus límites. Cuando estos no existen, o son borrosos, o no se ejercen de manera continua, el poder tiende a sobreestimar sus alcances y a minimizar los ajenos. Esto, por supuesto, solo se hace claro cuando es muy tarde, cuando ya los daños son severos o irreparables.
Principios Rectores
En Perú21 nuestros límites se establecen bajo un mandato claro y definido por parte del directorio en sus Principios Rectores. Es un nutrido compendio de buenas prácticas periodísticas, donde la empresa establece de manera clara y práctica los fines y valores, los principios de la línea editorial, la relación del medio y sus periodistas, así como los alcances de la operación. Son, sin duda, un apoyo constante en nuestra labor diaria, un punto de reflexión y encuentro con los mejores estándares de nuestra profesión.
Creo, no obstante, que dicha filosofía y marco conceptual se pueden enriquecer aún más con el soporte de un Defensor del Lector, una figura que atienda las preocupaciones, quejas o sugerencias que nuestra labor diaria pueda suscitar y que el medio, por diversas razones, no atiende por sí mismo. La figura del Defensor del Lector se integra, a partir de hoy, a nuestra permanente búsqueda por la verdad, por entregarles la información más veraz, oportuna y objetiva, sin minimizar o sobrepasar los derechos de
terceros. Nuestro compromiso es con ustedes, nuestros lectores, y la mejor manera de honrarlo es asegurando que nuestro trabajo y esfuerzo se enmarca en los más altos estándares de la industria.
Nos enorgullece contar con la colaboración de Carlos Basombrío como primer Defensor del Lector de Perú21. El señor Basombrío tiene una larga trayectoria como analista, como investigador y como colaborador en distintos medios, facetas que por su naturaleza le permitirán acercarse a su labor de una manera integral y humana. Como Defensor del Lector, Basombrío cuenta desde hoy con plena capacidad para auditar nuestro trabajo, sea a pedido de un tercero, por iniciativa propia o a solicitud del diario. En Perú21 creemos que es nuestro deber entregar las noticias, opiniones e información bajo los más estrictos estándares posibles, en un proceso continuo de mejora. Es por esa razón que apostamos por elevar la valla de exigencia, y estamos seguros de que el trabajo de Carlos Basombrío nos permitirá acercarnos aún más al periodismo de calidad al que aspiramos.
Esto es, como decía, parte de un proceso, por lo que seguiremos presentando –en el futuro cercano– nuevas propuestas que nos permitan cumplir nuestra promesa: entregarles a los lectores la mejor información y el mejor análisis para que puedan tomar, día a día, las mejores decisiones.