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Nunca estará de más recordar que los fumadores son conscientes de los terribles efectos del cigarrillo. Las advertencias están por todas partes. Y es que cada 6,5 segundos, alguien en el mundo muere a causa de enfermedades relacionadas con el tabaco.
Un caso patético es el de Terrie Hall. Ella comenzó a fumar a los 13 años, y fue diagnosticada con cáncer 11 veces, Fue muy conocida por protagonizar uno de los anuncios de la campaña publicitaria contra el consumo de cigarrillos, así como viajar a través de EE.UU. para educar a jóvenes y adultos sobre las consecuencias del consumo de tabaco.
Para Terrie, todo se inició con una llaga en la boca y un diagnóstico de cáncer oral. Se sometió a radiación. No dejó de fumar. Luego se le diagnosticó un cáncer de garganta: los médicos le extirparon la laringe y ya no podía hablar. Sobrevivió al décimo brote de cáncer, pero no al undécimo. Falleció el 15 de septiembre del 2013, a los 53 años de edad.
Biografía
En la escuela secundaria, Terrie fue una entusiasta y alegre animadora en varios círculos estudiantiles.
Su padre fumaba, y muchos de sus amigos también. Terrie pronto encendió un cigarrillo en una reunión social. “Fue la cosa más regia que se podía hacer”, dijo.
Con el tiempo fumó hasta dos cajetillas al día y comenzó a sentir los efectos del tabaco. A los 25 años tuvo un dolor de garganta que parecía que nunca desaparecería. En 2001, a la edad de 40, a Terrie le diagnosticaron cáncer bucal. Recordó: “tuve una llaga en la boca y me sometí a todos estos tratamientos agotadores de radiación. Fue horrible.”
Sin embargo, Terrie continuó fumando durante sus tratamientos de radiación. “No pensé que tenía que dejar de fumar. La radiación era deshacerse del cáncer, por lo que todavía podía fumar”, dijo.
Ese mismo año, Terrie fue diagnosticada con cáncer de garganta. Fue entonces cuando ella dejó de fumar. Los médicos le informaron que le quitarían la laringe. A partir de entonces, Terrie habló con la ayuda de una caja de voz artificial que le insertaron en la garganta. “Fue la única voz que mi nieto escuchó”, dijo. “Me apena no ser capaz de cantar canciones de cuna para él. Cuando los niños me preguntan por qué hablo de esta manera, les digo que es porque yo solía fumar cigarrillos. No fumen nunca.”
Terrie tuvo tres nietos. Pero una preocupación dominó a Terrie, “Mi temor es que no voy a estar aquí para ver a mis nietos graduarse o casarse.”
Terrie trabajó incansablemente para educar a los jóvenes sobre los peligros y consecuencias del consumo de tabaco. Prestó su tiempo y apoyo a varias organizaciones de salud y de promoción. “Estoy más ocupado ahora que antes de que llegara el cáncer”, dijo Terrie acerca de su vida en los últimos años.
Desafortunadamente, el cáncer volvió muchas veces después que a Terrie se lo diagnosticaron por primera vez. Terrie murió a los 53 años.
Intensas Campañas
A través de las campañas de las agrupaciones de ex fumadores, Terrie quiso animar a los jóvenes a no fumar nunca. “Si usted comienza, usted nunca tendrá que preocuparse de parar”, dijo. Ella creía que si podía evitar que una sola persona fume, entonces ella había hecho algo grande.
En mayo de 2013 fue galardonada con las más altas distinciones en la salud pública, por su trabajo para convencer a la gente a dejar de fumar o no empezar.
En sus últimos días, Terrie continuó su trabajo para mostrar a la gente las terribles consecuencias de fumar. “Creo que para mí y para, literalmente, millones de otros estadounidenses, Terrie fue la expresión de las 440.000 personas que murieron por el tabaco cada año en los EE.UU.”, dijo Tom Frieden, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.