Un óleo de pintor francés Paul Gauguin, nieto de la célebre socialista y feminista Flora Tristán, que vivió cinco años en el Perú y que murió muy pobre, se ha convertido en la obra más cara de la historia de la pintura.
La pintura Nafea Faa Ipoipo (¿Cuándo te casarás?) de la fase tahitiana de Paul Gauguin, fue adquirida por la Autoridad de Museos de Qatar por unos 300 millones de dólares (263,3 millones de euros).
La obra, realizada en 1892, pertenece a la serie de mujeres tahitianas que el pintor francés realizó en la etapa más reconocible y famosa de su carrera y formó parte de la colección del Kunstmuseum de Basilea durante más de 50 años, aunque llevaba años en manos de una colección privada suiza.
Según fuentes del diario The New York Times la venta ha sido confirmada por el intermediario, Rudolf Staechelin, antiguo ejecutivo de la casa de subastas Sotheby’s, que se dedica a manejar las transacciones de obras del periodo Impresionista y Postimpresionista.
Hasta ahora, el cuadro más caro jamás vendido era Los jugadores de cartas, de Paul Cézanne, que alcanzó los 250 millones de dólares (219,4 millones de euros) en 2012 y que fue comprado por la Casa Real de Qatar. También el récord obtenido en subasta por el cuadro Tres estudios de Lucien Freud, de Francis Bacon, fue a parar a manos cataríes, pues Mayasa bin Hamad al Zani, la hermana del emir del país, pagó 142,4 millones de dólares (124,9 millones de euros) por el tríptico. Entonces, The New York Post señaló que la que es también hija del anterior emir es la persona más poderosa en el mundo del arte, ya que se ocupa de las compras de obras para el nuevo Museo Nacional de Qatar, proyectado por el arquitecto francés Jean Nouvel.
El financiero estadounidense Steven Cohen también es una de las personas que más han pagado por un cuadro, El sueño, de Pablo Picasso, 155 millones de dólares (136 millones de euros) en 2013, mientras que el millonario mexicano David Martínez Guzmán se hizo con Nº5, de Jackson Pollock, por 140 millones en 2006.