El gobierno japonés obligará a los trabajadores compulsivos a tomar al menos cinco días de vacaciones pagadas al año, una cuarta parte de las que les corresponden pero que muchos no utilizan en absoluto.
Los asalariados japoneses disponen actualmente de 20 días de vacaciones pagadas al año (cuando la persona cuenta con más de seis años y medio de antigüedad), pero en la práctica no toman ni la mitad.
Según una encuesta, les preocupa que sus compañeros carguen con el trabajo adicional o porque consideran que tienen demasiado trabajo para dejarlo.
La medida persigue evitar las posibles enfermedades físicas y mentales que acarrea trabajar sin gozar de descansos vacacionales.
Según una encuesta los japoneses utilizan menos de la mitad de los 18,5 días de vacaciones pagadas que, de promedio, tienen cada año.
En 2013 los trabajadores gastaron menos de la mitad de sus vacaciones, el 48,8% de esos días. Con la nueva ley el Ejecutivo quiere que para el año 2020 los japoneses puedan tomar al menos el 70% de sus vacaciones pagadas.
Pocas vacaciones
La legislación japonesa determina el número de días de vacaciones pagadas en función de la duración del empleo en una misma empresa.
Los empleados que llevan seis meses trabajando en una compañía tienen derecho a disfrutar de 10 días de vacaciones pagadas al año, mientras que los que llevan de forma ininterrumpida seis años y medio, tienen derecho a 20 días.
El Ministerio de Trabajo pretende permitir a los trabajadores escoger cuándo quieren disfrutar de esos cinco días de vacaciones remuneradas, y hacer que el incumplimiento de dicha norma sea sancionable, aunque excluirá de su cumplimiento a quienes no dispongan de 10 días de vacaciones anuales y algunos temporales.