El “bombero bueno” español no pudo impedir el desalojo de otra anciana

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Roberto Rivas, el bombero de A Coruña condenado a pagar una multa de 600 euros tras negarse a participar en el desahucio de una anciana, ha vuelto a convertirse en héroe contra los desahucios, aunque esta vez no ha conseguido frustrar el desalojo.

Según informa ‘El Economista’, Rivas ha participado activamente en la resistencia vecinal en el desalojo a la familia de Elviña, en el que al menos una persona ha resultado herida.

Encadenado

Así, se ha encadenado -junto a otras dos personas- al tejado de la casa, para evitar que fuera desalojada y derribada. En la vivienda residían Isabel López, de 72 años; su hijo, Álvaro Corral; y sus nietos.

Al final, hacia las 14.30, y tras momentos de tensión entre manifestantes y Policía, los operarios derribaron la casa. El desalojo se produce por el proceso urbanístico del Parque Ofimático.

Rivas saltó a la fama en febrero de 2013, cuando, tras ser requerido por la policía, se negó a cortar la cadena que impedía el paso en el portal de Aurelia Rey.

La anciana de 85 años consiguió el apoyo de cientos de ciudadanos y lograron paralizar la primera orden de desahucio. La segunda vez también lograron posponerlo, y fue cuando la acción de Rivas dio un paso adelante.

“Negativa de los bomberos”

En esta ocasión, ha tomado parte activa en la contestación antidesahucio. Su negativa a bajarse y el hecho de que hubiesen cortado los accesos al tejado motivó que el aviso a los bomberos, que finalmente no acudieron al lugar.

Fuentes consultadas han señalado que su ausencia se debió a su “negativa” a acudir “por no corresponder el servicio con sus funciones”, aunque este extremo no está confirmado oficialmente.

“No hemos hecho este servicio”, han resumido también, sin concretar más extremos, personal del Cuerpo de Bomberos consultados.

Finalmente, las tres personas que estaban en el tejado accedieron a bajar e ir al interior de la vivienda con las otras tres que se encontraban también allí.

Durante media hora aproximadamente, los agentes mantuvieron, junto al abogado de STOP Desahucios, una conversación en el interior de la casa, que concluyó con el desalojo voluntario de la misma.

Al final, el desalojo se produjo ante un gran despliegue policial, con una decena de vehículos y casi un centenar de agentes, entre miembros de la Policía Local y la Nacional, no solo en las inmediaciones de la vivienda y del lugar donde se celebraba la protesta, sino también en los accesos a la zona.

Durante la protesta, se vivieron momentos de tensión entre los manifestantes y la Policía y también forcejeos a primera hora de la mañana.

En la concentración, al menos una persona resultó herida en la cabeza por una rama, por lo que fue atendida por el servicio de Urgencias Sanitarias que se desplazó hasta las inmediaciones de la zona.

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