El nuevo experimento del Ejército noruego es tan sorprendente como polémico. Ha creado dormitorios «unisex», donde soldados hombres y mujeres conviven y duermen.
Voceros del Ejército afirman que la medida ha conseguido que desciendan los casos de acoso sexual y que fomenta con esos cuartos el espíritu de equipo.
Los dormitorios unisex, que albergan dos mujeres y cuatro hombres, se han probado en una base militar en el norte de Noruega.
Los seis en la misma habitación, contrariamente a lo que podría pensarse, disminuyen el “efecto género”. El uniforme también contribuye a ello, al reducir las diferencias entre géneros. “No hay género en el ejército, sólo hay verde “, dijo uno de los entrevistados en la investigación aludiendo al color del uniforme.
“Aquí hay que ser un equipo y además hay que convivir con el fin de ser capaz de confiar uno en el otro”, dijo una de las soldados. Los muchachos apreciaron el hecho de que se hizo más fácil hablar de cosas importantes de la vida cuando había chicas presentes en las habitaciones, a diferencia de cuando estaban solos.
Las Fuerzas Armadas noruegas se han distinguido siempre por implementar sus ideas progresistas en las filas: se permite que los reclutas masculinos puedan dejarse el pelo largo (siempre y cuando se trata de recoger y llevar en una cola de caballo o trenza) y servir comidas vegetarianas una vez por semana para combatir el cambio climático.
En 2013, Noruega fue el primer país de la OTAN que aprobó el servicio militar obligatorio para ambos sexos.