Querida Mamá Que Se Queda En Casa:
Algunas personas se preguntan qué es lo que haces todo el día en tu casa. Yo sé lo que haces porque soy mamá y yo también lo hice por un tiempo.
Yo sé que trabajas sin que te paguen, y a veces ni lo agradecen. Un trabajo que empieza desde el momento que te despiertas y ni si quiera termina cuando te vas a dormir. Yo sé que trabajas noches y fines de semana sin un fin discernible para tu día o semana de trabajo. Sé que las recompensas están llenas de gozo, pero son pocas.
Sé que raramente puedes tomar una taza de café o té caliente. Sé que tu atención siempre está dividida y desviada de momento a momento. Sé que nunca puedes contar con terminar una tarea en el mismo instante. Sé que nunca tienes un descanso ni aun cuando estás sola en casa, al menos que solo tengas un hijo(a) que todavía toma siesta durante el día (y aun así, hay mucho por hacer mientras duerme).
Yo sé los retos con los que tienes que lidiar diario y a veces sin apoyo: los berrinches, los accidentes mientras los entrenas para ir al baño, las batallas de comida, la comida en el piso, las crayolas en la pared, la rivalidad entre hermanos, el bebé que parece que nunca deja de llorar, etc. Yo sé que parece que el trabajo nunca termina, como un ciclo sin fin; compras comida, la preparas, intentas dársela a tus hijos, la limpias del piso, lavas los trastes y se repite todo en tres horas.
Yo sé que tienes fantasías de tener una hora solo para ti…para poder comer tu comida seguido, o poder tomar una siesta. Yo sé que a veces te preguntas si vale la pena y envidias a tus amigas que tienen un receso con un cafecito en su trabajo. Yo sé que a veces cuando tu pareja regresa a casa después de trabajar, todo lo que quiere es sentarse y subir los pies exactamente cuando tu más necesitas un descanso y a veces eso te hace llorar.
Yo sé que eres mal entendida por todos aquellos que no aprecian o valoran las dificultades de cuidar a niños chiquitos sola, todo el día y se refieren a ti como “la que no hace nada.” Te imaginan tomando café todo el día mientras tus hijos juegan en silencio. Yo sé que extrañas tu independencia financiera. Sé que cuando otras personas dicen “por fin es Viernes” es a veces molesto, ya que para ti todos los días son lo mismo, no hay Viernes, no hay descanso de fin de semana en tu trabajo. Yo sé que mucha gente no entiende que trabajas, simplemente trabajas en un trabajo que no paga y que es en casa.
Mamá que se queda en casa, yo no sé cómo le haces. Te admiro por tu infinita paciencia y tu habilidad de enfrentar cada día con una sonrisa y traer gozo a la vida de tus hijos aún cuando te agotan. Admiro tu dedicación a siempre estar presente en la vida de tus hijos aún cuando no es fácil. Admiro como trabajas sin esperar ninguna recompensa… no vas a ser promovido, no vas a ser famoso, no hay salario. Yo sé que lo único que te importa es que tus hijos se sientan importantes y amados y, mamá, eres la mejor para hacer eso.
Solo quería que supieras que te entiendo. Las dos somos mamás y yo sé.
Con mucho amor y admiración,
Mamá que trabaja.
(Fuente: http://www.carolynee.net)