En octubre de 2011 se produjo un terremoto de más de 7 grados de magnitud, uno de los más devastadores ocurrido en Turquía. Las cifras del desastre arrojaron centenares de muertos y decenas de miles de heridos y gente sin hogar. Fue dos días después de ocurrido el sismo que sucedió un episodio singular, enternecedor, que ha sido recordado en los últimos días en las redes sociales. He aquí la crónica publicada de ese episodio:
Después del terremoto, cuando los rescatistas comenzaron a buscar sobrevivientes entre las ruinas de la casa de una joven mujer, vieron el cuerpo de ella por uno de los orificios de las ruinas de la casa. Les pareció extraña la postura del cuerpo, estaba sobre sus rodillas y su cuerpo hacia adelante como cuando una persona se arrodilla para adorar, con el rostro hacia el suelo; su cuerpo estaba inclinado hacia adelante y sus manos estaban sujetas a algún objeto. El peso de la casa quebró su espalda y su cuello.
Con mucha dificultad, el líder del equipo de rescate puso sus manos y brazos para ver si la mujer aun estaba con vida. Pero la dureza del cuerpo y la temperatura del mismo, anunciaban que la mujer había muerto. El tenía la esperanza de que la mujer aun estuviera con vida. Él y su equipo salieron de las ruinas de la casa para seguir su trabajo en busca de más víctimas. Por alguna
razón, el líder del equipo sintió una necesidad enorme de regresar a donde el cuerpo de la mujer se encontraba. Una vez más se arrodilló y puso sus manos en el espacio que les permitía alcanzar el cuerpo y decidió de revisar debajo de ese cuerpo sin vida.
Instantáneamente empezó a gritar: “¡Un niño! ¡Hay un niño aquí!” El equipo entero regresó para, cuidadosamente, remover los escombros alrededor del cuerpo de la mujer. Ahí encontraron una niña de 2 semanas de edad envuelta en una frazada estampada con flores debajo del cuerpo de la madre. Obviamente, la mujer hizo su último sacrificio por salvar a su hijita. Cuando la casa comenzó a caer, ella uso su cuerpo para proteger a su bebé. La bebita aun dormía cuando el equipo la levantó de los escombros.
El doctor del equipo vino enseguida a revisar a la pequeña. Una vez que abrió la frazada, vio un celular dentro. Había un mensaje de texto en la pantalla. El celular pasó por cada uno de los miembros del equipo de rescate. Cada persona que leyó el mensaje, no pudo más que llorar.
El mensaje decía: “Si puedes sobrevivir, tú tienes que recordar que te AMO”.
(Fuente:http://spanish.peopledaily.com.cn/31618/7626791.html)