La más poderosa red social, con mil 500 millones de usuarios según los últimos datos, anunció que construirá una comunidad residencial de 394 viviendas para sus empleados y en la que invertirá 120 millones de dólares. Desde la miniciudad se podrá ir caminando a las oficinas. El complejo de casi 58.500 metros cuadrados, llamado Anton Menlo, incluirá desde un bar hasta una guardería para mascotas.
Incluso en Silicon Valley, donde las empresas tecnológicas compiten para atraer ingenieros en demanda con prestaciones de primera clase y oficinas que parecen parques de diversiones para adultos, el plan de Facebook es innovador.
Una vocera de la empresa señala que la retención de empleados no fue un factor importante en la iniciativa inmobiliaria. “Ciertamente nos entusiasma tener más opciones de vivienda más cerca del campus, pero creemos que la gente trabaja en Facebook porque lo que hace es gratificante y cree en nuestra misión”, afirmó.
Algunos empleados habían preguntado por lugares para vivir cerca de la sede de la empresa, agregó, ante la escasez de residencias en Menlo Park. Los precios inmobiliarios se han disparado en Silicon Valley y en San Francisco.
El proyecto de unidades de alquiler evoca las llamadas ciudades empresariales de fines del siglo XIX y principios del siglo XX en Estados Unidos, donde los trabajadores vivían en comunidades que eran propiedad de sus empleadores y tenían alojamiento, servicios de salud, seguridad y otras prestaciones.
Pasar más tiempo en la empresa no es necesariamente positivo. Una razón por la que las viejas ciudades empresariales desaparecieron fue que los empleados se sentían demasiado controlados. Una desventaja en 2013 podrían ser las expectativas implícitas de que los empleados estén siempre trabajando.
Los planes de Facebook, en todo caso, tienen muy poco que ver con los pueblos de siderúrgicas y mineras de hace un siglo. No se espera que los empleados de la red social trabajen allí durante toda su vida y la propiedad puede acomodar como máximo cerca de 10% del personal de su sede en Menlo Park. No obstante, la decisión ilustra cómo la competencia está cambiando el rol de la cultura empresarial en el sector tecnológico.
“Silicon Valley es, en muchas formas, la antítesis de una ciudad empresarial”, señala Ajay Agrawal, profesor de emprendimiento de la Universidad de Toronto. En la industria tecnológica de hoy, observa, los empleados se sienten menos atados a una compañía y más vinculados a la ubicación geográfica y la industria. Son más propensos a cambiar de empresa y colaborar en ideas con gente externa a la compañía.
Una de las desventajas del modelo de Silicon Valley, indica Agrawal, es que si las empresas creen que sus trabajadores probablemente se marcharán, no invertirán tanto en sus vidas o su desarrollo. “Tal vez haya algún nivel óptimo entre la ciudad empresarial extrema y Silicon Valley, donde todos se cambian de empleador”, dice.
Un equipo de Facebook trabajó con la urbanizadora St. Anton Partners para construir las viviendas, tratando de crear un ambiente que refleje la atmósfera de su campus empresarial, donde se alienta a los empleados a que se relacionen y compartan ideas.
Alquileres a precio del mercado
Los departamentos se alquilarán a precios de mercado y unos cuantos serán destinados a residentes de bajos ingresos. Todas las unidades salvo 15 estarán disponibles para personas que no trabajan en Facebook.
Uno de los objetivos de Facebook es facilitar lo más que pueda la vida de sus empleados. No tienen que preocuparse del transporte; tienen lavandería incluida ; y, también peluquería, clases de carpintería, mantenimiento de bicicletas.
La sede de Facebook está diseñada para que se sienta más como un campus universitario que una oficina. El terreno de casi 23 hectáreas, a la que se mudó en diciembre de 2011, estará pronto conectado a una nueva sección. Hay una calle de asfalto que atraviesa el centro del campus por la que los empleados se movilizan en bicicletas.
Durante la jornada laboral, los programadores interactúan con desarrolladores de productos publicitarios tomando un café o un helado, paseando entre esculturas y tiendas, o relajándose en el césped o en bancos del parque.
De noche, los empleados ven películas en una pantalla gigante al aire libre en una plaza en medio del campus. Lauryn Hale, graduada de la Escuela de Negocios de Harvard que fue contratada en 2010, cuenta que todas las comodidades le quitan estrés del día laboral y le permiten pensar de forma más creativa. Su actividad favorita es tener una “reunión caminando” con otro empleado. “Creo que probablemente me guste demasiado”, dice
( Fuente: http://online.wsj.com/article/SB10001424052702304520704579127873346735880.html )