La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, hizo la revelación en un informe hace algunos días. Afirmó que es intolerable en un mundo en el que 870 millones de personas pasan hambre.
Las pérdidas por desperdicios de alimentos, sin contar pescados, alcanzan anualmente la cifra de 750 millones de dólares, según el informe.
Agrega que los alimentos producidos pero no consumidos utilizan un volumen de agua equivalente al caudal anual del Volga y son responsables de añadir 3.300 millones de toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera del planeta.
El director general de la FAO, el brasileño José Graziano da Silva, urgió a agricultores y pescadores, procesadores de alimentos y supermercados, gobiernos y consumidores “a hacer cambios para evitar en primer lugar que ocurra el desperdicio y reciclar cuando no podamos impedirlo”.
“No podemos permitir que un tercio de todos los alimentos que producimos se pierda o desperdicie debido a prácticas inadecuadas, cuando 870 millones de personas pasan hambre todos los días”, agregó Da Silva.
La FAO también divulgó un manual con 10 recomendaciones concretas para reducir la pérdida de alimentos en los hogares. Son las siguientes:
- Planear los menús para la semana. Escribir una lista con lo que realmente se necesita.
- Respetar la lista de compras. No sucumbir a la tentación de las ofertas.
- Comprar frutas y vegetables maltratados. Son perfectamente buenos para consumir y con ello se podrá salvar muchos que de otra manera terminarían en la basura.
- Dar mantenimiento a la refrigeradora. La comida debe ser guardada entre 1 y 5 grados para preservar su frescura y duración.
- No tirar las cosas, Las frutas muy maduras pueden servir para preparar pasteles y los vegetables que empiezan a marchitarse pueden usarse en las sopas.
- Entienda las fechas de expiración. Estas son casi siempre sugerencias de los fabricantes para conservar la calidad, pero no son indicadores estrictos de que la comida ya no es adecuada para el consumo.
- Usar las sobras. En vez de tirarlas al tacho, se pueden incluir en la lista de ingredientes del día siguiente.
- Aprender a rotar. Cuando se compra cosas nuevas, traer al frente de la refrigeradora los alimentos antiguos-
- Servir pequeñas porciones en el entendido de que se pueden repetir, una vez terminando lo que está en el plato. Esto es especialmente útil para los niños.
- Comprar lo que se necesite. Comprar frutas, tubérculos y verduras sueltos en vez de empacados, porque así podrá disponer exactamente de lo que se desea.
( Fuente: BBC Mundo)