Nueva revelación sobre la conducta censurable de un sacerdote que se suma a las numerosas denuncias contra curas en el mundo.
Luis Juragaro, párroco en Puerto Williams, al sur de Chile, protagonizó un caso realmente insólito de voyeurismo (disfrutar contemplando actitudes íntimas o eróticas de otras personas)
El sacerdote instaló una cámara de vídeo en el techo del baño de mujeres de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, donde oficiaba, y se las ingenió para que las imágenes le llegaran directamente a su notebook, donde veía las imágenes en su dormitorio de la misma parroquia, donde vivía. Según informan varios medios locales, almacenaba las imágenes en archivos de memoria y en su computadora.
De acuerdo al testimonio de Juragaro grababa aquellas que le interesaban. Según el religioso, la mayoría de las personas que ingresaban al baño eran mujeres adultas.
Admitió los cargos
El religioso admitió ante el tribunal de Garantía de la ciudad de Punta Arenas, ubicada a 3.100 km al sur de Santiago, todos los cargos, tras haber sido descubierto a raíz de una investigación realizada por la Fiscalía de la región de Magallanes.
Este sacerdote, diocesano de Arica y de nacionalidad colombiana, se encontraba en misión pastoral desde hace cerca de tres años en Puerto Williams.
Aún así, y tras ser acusado a 541 días de cárcel como autor del delito de “vulneración de la intimidad y vida privada”, el juzgado ha decidido que no entre en la prisión y que cumpla la pena a modo de arresto domiciliario, en base a su “irreprochable conducta anterior”.
Una veintena de curas ha sido acusada por pederastia, y al menos cinco de ellos fueron condenados por la justicia de Chile, un país en el que el 80% de la población dice ser católica.
(Fuente: www.latercera.com)