Poco a poco ha ido creciendo el número de académicos dedicados al estudio del periodismo deportivo de calidad. Uno de sus principales exponentes en la actualidad es el sevillano José Luis Rojas Torrijos, autor de varios libros sobre el tema.
En entrevista concedida a Hernán Restrepo, gestor de contenidos de la Red Ética Segura de la FNPI, el profesor de Periodismo en la Universidad de Sevilla y en EUSA Business University, afirmó que “no puede ser calificado de periodístico algo que abiertamente es parcial y servil hacia sus fuentes”, en referencia a los periodistas deportivos que defienden a su equipo favorito constantemente.
Rojas Torrijos, quien ha trabajado en las redacciones de Radio Nacional de España, Canal Sur Radio, Estadio Deportivo y Sports.com hizo énfasis en la importancia de la preparación de los periodistas para que hagan un correcto uso del lenguaje en las transmisiones deportivas, evitando caer en lugares comunes.
“Se abusa de frases manidas y se cae en lo vulgar. La ética periodística radica en entender que el periodismo es un servicio público. Y cuando estamos dando un mal uso al lenguaje, estamos haciendo ofreciendo un pobre servicio a nuestra audiencia”, afirma.
Aquí la entrevista:
Red Ética: (RE) ¿Por qué su interés en la ética del periodismo deportivo?
José Luis Rojas Torrijos (JR): Por mi trayectoria profesional y mi interés por el deporte, me he interesado por investigar respecto a la calidad en el periodismo deportivo. Y hablar de calidad implica hablar de ética. Mi interés por la calidad ha ido enfocado en mejorar los contenidos y el uso que le damos al lenguaje.
RE: Por las reseñas de libros que vemos en su blog, hay un creciente interés en España por la ética del periodismo deportivo…
JR: Se percibe una creciente preocupación no solo entre profesionales, sino también entre los investigadores y aficionados al deporte. Cabe destacar que en España existe una prensa diaria dedicada exclusivamente a deportes. Hay cuatro emisoras de difusión a nivel nacional dedicadas a deporte, además de todos los blogs y páginas web que hablan de todas las modalidades deportivas. Hay un enorme interés por el deporte y por eso la preocupación generalizada para que se hagan contenido cada vez más trabajados, que el lenguaje que se emplee no sea coloquial y que haya un mayor número de fuentes verificadas y consultadas en el trabajo periodístico diario.
RE: ¿Cuál es el principal pecado de los periodistas deportivos?
JR: La tendencia ha sido a espectacularizar la información, haciendo que los contenidos que se emiten diariamente no sean solamente periodísticos, sino también especulaciones e hipótesis, que para mí no hacen parte del periodismo deportivo. Por ejemplo, formatos provenientes de la farándula y la vida personal de los deportistas, que deberían hacer parte de otro tipo de publicaciones. Por otro lado, el exceso de información sobre fútbol, que ha arrinconado literalmente al resto de disciplinas. Y finalmente, el uso del lenguaje, pues no se tiene en cuenta que para cada medio de comunicación, ya sea audiovisual o escrito, se debe utilizar una forma de hablar o escribir distinta. Hay una tendencia cada vez más pronunciada de escribir como se habla. De no hacerlo así, estamos empobreciendo el léxico, porque se producen frases vulgares o más que manidas.
Ética y lenguaje
RE: ¿Encuentra usted una relación entre el periodismo deportivo ético y el correcto uso del lenguaje?
JR: Claro, y es algo que se ve no solamente en el periodismo deportivo. Como periodistas tenemos un compromiso social con el público al que nos dirigimos. Por eso, el uso correcto del lenguaje tiene una dimensión ética. Por otra parte, los profesionales debemos hablar de autorregulación para revisar constantemente qué tan bien estamos haciendo nuestro trabajo. Adicionalmente, esto tiene que ver con la naturaleza misma del deporte, pues el periodismo deportivo tiene la función educativa de ser vehículo de formación en valores, en especial para la población joven que consume los medios masivos con pasión.
RE: En Latinoamérica hay muchos periodistas deportivos empíricos, sin formación universitaria. ¿Sucede lo mismo en España?
JR: Prácticamente todos los periodistas que trabajan en los medios deportivos, que yo conozco, han pasado por alguna formación académica. Esto es necesario, no puedes hablar de ética y deontología profesional si no has pasado por una facultad de formación periodística.
RE: ¿Qué opina sobre los periodistas deportivos que hacen su trabajo con la camiseta de su equipo favorito puesta?
JR: Este es otro elemento del debate que llevamos aún. Al hablar de ética periodística, implícitamente estamos hablando de objetividad, o al menos un ánimo de objetividad. Si uno hace manifiesto su color, podría ser transparente pero terminaría manchando la información que produce con ese color. Esto produce cierto malestar en los aficionados, que ya identifican a los diarios deportivos que apoyan más a un club que a otro. Esto más que periodismo es servilismo.
RE: ¿Y qué decir de los medios de comunicación como Diario Sport y Mundo Deportivo que apoyan al Barcelona; mientras que AS y Marca, lo hacen con el Real Madrid?
JR: Evidentemente rechazamos ese tipo de tendencia. La cuestión clave del debate está en que este tipo de medios de comunicación no se están rigiendo por parámetros periodísticos sino comerciales. ¿Hasta qué punto puede ser calificado de periodístico algo que es parcializado y servil hacia cierto tipo de fuentes?… Esto crea una colisión entre lo comercial y lo periodístico. Y en cualquier medio de comunicación lo que debería prevalecer es la información.
RE: ¿Qué desafíos la presenta Twitter al periodismo deportivo? Hemos visto cómo desde cuentas como @2010MisterChip se quejan con frecuencia de periodistas que usan sus datos sin darle el respectivo crédito.
JR: Las redes sociales, como toda novedad, están atravesando la fase de experimentación. Son apenas un laboratorio de ideas. Lo bueno de ellas es que facilita el acceso a la información y a fuentes de todo tipo en tiempo real. Pero esto hay que saber tamizarlo. Es lamentable la práctica de no atribuir la información a su verdadera fuente. Además, ha ido creciendo la personalización de la información, donde los periodistas pasan a ser celebridades de las redes sociales, lo cual implica también varios riesgos.
(Fuente:eticasegura.fnpi.org/)