Putin y Lyudmila anuncian su divorcio por televisión
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El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció ante las cámaras que se separaba de su esposa tras 30 años de matrimonio. Los analistas ya interpretan este gesto poco habitual en el mandatario como una estudiada maniobra política.
El anuncio parece destinado a controlar los daños que estaba sufriendo su imagen en lo que respecta a su relación con su mujer, un asunto que todavía no había resuelto.
“Se hizo necesario la resolución de su situación, había demasiados rumores alrededor, incluyendo que había enviado a su esposa a un convento”, explica Alexei Malashenko, analista del instituto de política rusa Carnegie Moscow Centre.
Ahora que su mujer ha salido del cuadro, no dejan de sonar las especulaciones sobre las nuevas compañías femeninas del mandatario ruso.
El bloguero Leonid Volkov considera que Putin quiera eliminar su imagen de marido infiel. “He escuchado varias veces contarlo a los taxistas: ‘Si está engañando a su mujer, está engañando al país”, ha escrito en Twitter.
El anuncio de Putin ha contado con el beneplácito incluso de sus oponentes. El político Boris Nemtsov se refirió a una “rara muestra de honestidad”; el crítico de Putin y magnate de los medios Alexander Lebede afirmó que “la política rusa se había vuelto un poco más humana”.
El divorcio es moneda común en Rusia, donde muchas parejas casadas muy jóvenes deciden separarse cada año.
“Cuando lo escuché en la televisión entré en ‘shock'”, dice Lyubov Andreyeva, una profesora retirada de Moscú, “pero al mismo tiempo, si ya no hay sentimientos entre ellos y los niños ya son adultos, ¿para qué continuar el juego?”.
“Creo que la opinión pública entenderá la decisión de Putin y volverá a ser más popular precisamente porque todo el mundo le percibirá como un hombre normal, con problemas familiares, como cualquiera tiene”, argumenta el analista político Malashenko.
Sin embargo, algunos rusos opinan que la decisión se ha producido tarde. “Creo que tenía que haberlo hecho mucho antes, porque todo el mundo hablaba más o menos sobre la pobre Lyuda, que se había vuelto loca, o había sido enviada a un convento o muerto”, explica Yulia Tsoy, una moscovita. “No tenía sentido continuar con este circo”.
Nunca antes
Ningún líder soviético ni presidente ruso se ha divorciado, y el gesto se ha interpretado como valiente, a pesar de las raras circunstancias: el anuncio se produjo cuando el mandatario salía del ballet con su esposa.
La popularidad de Putin ha descendido durante los dos primeros trimestres y se desconoce lo que podría suponer en esta materia el divorcio del mandatario. “Uno de los segmentos más leales de su electorado, las mujeres casadas, ahora podrían dudar”, contempla el analista político Boris Mezhuyev. “Putin ha acometido un paso bastante arriesgado y valiente”, remacha.
La cuestión que queda abierta es: ¿está Putin viéndose con otra mujer y si es así, volverá a casarse? Durante años, todos los rumores han rodeado a la medallista olímpica Alina Kabayeva, una gimnasta reconvertida en diputada parlamentaria por el partido Rusia Unida. La ex deportista protagonizó un reportaje muy favorable emitido en mayo.
En 2008, durante una rueda de prensa en Cerdeña junto al primer ministro Silvio Berlusconi, Putin tuvo que desmentir los rumores de que iba a casarse con Kabayeva, y advirtió a los periodistas que se guardasen sus “fantasías eróticas”.
En una encuesta realizada en la web peoplepassion.ru este viernes, la mitad de los participantes marcaron afirmativamente que Putin se volvería a casar con la medallista olímpica.
(Fuente; http://www.ibtimes.com/)