Muchos reporteros de televisión se atreven a entrevistar a personajes famosos sin la preparación del caso, haciendo ridículos muy vergonzosos. Uno de antología es el que Periodista Digital relata a continuación:
Mariano Rajoy no es muy amigo de conceder entrevistas. No es que no sea bueno frente a la prensa. A veces puede estar hasta gracioso, como demostró hace unos días en Bruselas cuando los periodistas intentaban sacarle alguna declaración contra Aznar, pero su equipo y sus asesores tienden a ocultarlo, a veces en el silencio y en ocasiones tras el plasma de un televisor
Es una pena, pero es lo malo de hacer caso los supuestos ‘expertos en comunicación’.
Y cuando no les hace caso y se anima a responder preguntas siempre despierta expectación.
Es lo que ocurrió durante la Cumbre de la Alianza del Pacífico, que se celebró en Cali.
Allí, Rajoy accedió a que la televisión colombiana Noti5 le hiciera una entrevista. Pero el encuentro entre presidente y periodista no pudo acabar peor.
Como explica el diario ABC y señalan varios corresponsales españoles enviados a Cali, la entrevista de la televisión colombiana empezó mal.
Así arrancó el reportero:
“Buenas tardes, tenemos con nosotros al presidente de la República de España”.
Rajoy pegó un respingo y cortó en seco al indocumentado presentador:
“Para, para. Es que España no es una República, yo que tú volvía a empezar”.
Ante las palabras del presidente del Gobierno, el periodista reaccionó con un lacónico “ok” y repitió la entradilla.
“Buenas tardes, tenemos con nosotros al presidente del Reino Unido de España”.
Rajoy volvió a interrumpir:
“Mira, lo mejor es que digas que estás con el presidente del Gobierno de España y ya está”.
Todo parecía más claro entonces, pero el de Noti5 no tenía su día:
“Buenas tardes, tenemos con nosotros al presidente de España”.
Esta vez fue el camarógrafo quien interrumpió.
“Presidente, qué pena con usted, pero se nos ha acabado la batería y tenemos que poner una nueva”.
La secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro, intervino entonces y comentó al presidente que lo mejor era no hacer la entrevista. Una pizca de sentido común.