Esta es una nota tan divertida como reveladora de Ana Guerra de ‘Hoy Mujer’ que muestra detalles poco conocidos del mundo de las celebridades:
El futbolista inglés David Beckham es uno de tantos famosos que le han puesto precio a su cuerpo mediante una póliza de seguro. En concreto, sus piernas, esas con las que lanzaba de manera magistral las faltas directas, cuestan la friolera de 148 millones de euros y su cara, esa de la que presume en decenas de anuncios, 40 millones más.
Como es lógico, no es el único futbolista que le ha puesto precio a su herramienta de trabajo más preciada: las piernas. Los dos ases del momento en el deporte rey, Cristiano Ronaldo y Messi ya las tienen aseguradas.
Mientras que el portugués estimó que sus muslos de «vedette» y el resto de sus extremidades inferiores valían 100 millones de euros, el «crack» argentino que tanto ha presumido de humildad, calcula que esos pies con los que gambetea por los campos del mundo, cuestan 50 millones de euros.
Iker Casillas, que aseguraba sentirse «seguro» en un anuncio publicitario hace unos años, tenía motivos para ello: su póliza debería indemnizarle con 7,5 millones de euros en caso de que a las manos más importantes de España les pasaran algo.
Fernando Alonso en cambio no aseguró sus manos enteras, sino solo los pulgares: 10 millones de euros valen los dos dedos gordos del dos veces campeón del mundo de Fórmula 1.
La tenista rusa Anna Kournikova se cotiza por piezas: 4 millones de dólares sus brazos, 10 más su cara y dos su delantera. Vamos, que el ‘pack’ sale por 16 millones de los verdes.
Sin embargo, no fue un deportista el pionero en establecer esta práctica, sino una actriz. Bo Derek fue la primera «celebrity» en el mundo que decidió que su cuerpo valía lo suficiente como para ponerle una cláusula de seguro: un millón de dólares. La misma cifra en la que se tasaron los ojos violetas de Liz Taylor, los labios de Angelina Jolie, las piernas de Rihanna y las cuerdas vocales de Enrique Iglesias.
Madonna, como este último, también aseguró su voz, pero por cuatro millones y Janet Jackson hizo lo mismo por la módica cantidad de un millón y medio. Mariah Carey hizo un completo: cara+ voz, 7,5 millones de dólares.
Las modelos prefieren preservar la integridad de su cuerpo o, al menos, sacar tajada si su bien más preciado sufre un accidente. Las piernas de Heidi Klum están aseguradas por dos millones de dólares, la cara de Claudia Schiffer por 3,7 millones y el cuerpo entero de Elle McPherson, por 10.
Entre los glúteos más caros se encuentran el de Kylie Minogue -3,4 millones de euros- y, por supuesto, uno de los más famosos del planeta, el de Jennifer López, cuya póliza asciende a 6 millones de dólares.
La melena de Jennifer Aniston cuesta 1,6 millones de dólares. Y, sin duda, el más original es Tom Jones, que aseguró su mayor seña de identidad, los pelos del pecho, por 3,5 millones de libras ( más de 5 millones de dólares). Rocco Sigfredi, el astro del cine porno, como era de esperar, le puso precio a su miembro viril, esencial para desempeñar su trabajo: 600 mil euros (casi un millón de dólares)