Dave Allen fue un cómico irlandés irreverente cuyos monólogos brillantes provocaron indignación en muchos y regodeo en no pocos.

Fallecido a los 68 años en 2005, Allen fue el comediante más controvertido de Gran Bretaña.

A finales de 1960 y principios de 1970, introdujo un estilo narrativo satírico y relajado, por primera vez en Australia, y más tarde en programas de televisión británicos, como “Esta noche con Dave Allen” y el gran éxito de “Dave Allen en acción” con un mezcla de sketchs y comedia íntima. También se presentó en la televisión norteamericana.

Detrás de una fachada de calma desató un humor furioso contra la hipocresía política, el dominio de la iglesia de Irlanda, y, de hecho, todas las formas de autoritarismo. Su postura, en su mejor momento totalmente inflexible le ganó la admiración de una generación posterior de stand-ups.

Era un escéptico religioso (según el propio Allen, “lo que podríamos llamar un ateo practicante”, y, a menudo, bromeó “Soy ateo, gracias a Dios”) como resultado de sus objeciones profundamente arraigadas a la rigidez de su estricta educación católica. Por consiguiente, la religión se convirtió en un tema importante para su sentido del humor, especialmente la Iglesia Católica Romana y la Iglesia de Inglaterra, burlándose de costumbres y rituales en lugar de creencias.

En 1998 declaró: “La jerarquía de todo en mi vida siempre me ha molestado. Me molesta elpoder de la gente, quien quiera que sean”

Al final de su acto, Allen siempre levantaba una copa y brindaba a su público con las palabras “Gracias, buenas noches y todo vuestro Dios vaya contigo”, un eslogan original que caracterizó el estilo amable de Allen.