Un programa de televisión ha investigado lo que podría llegar a convertirse como el nuevo negocio inmobiliario para enfrentarse a la crisis. Frente a los numerosos anuncios de gente que ofrece habitaciones a cambio de sexo, cada vez son más las personas que se ofrecen a mantener relaciones sexuales con su casero para poder vivir gratis.
‘El programa ha intentado mostrar una vez más, qué hay detrás de este tipo de ofertas, cada vez más habituales. En la red se muestran nombres y números de teléfono explícitos con mensajes claros “busco habitación, pago con sexo”. Los reporteros del programa contactan con caseros e inquilinos.
Las llamadas reflejan que los interesados en regalar el alquiler de una habitación son los que fijan las normas y entre las condiciones que plantean casi todos coinciden en pedir unos determinados requisitos físicos.
En una de las llamadas el casero señala que “si nos conocemos y nos gustamos verás que no me importa que te quedes en mi casa sin que pagues nada” y en otra la reportera que habla con el anunciante tiene que describirse: “soy morena, bastante alta, delgadita”. El hombre accede a quedar con la periodista que aunque no la ha visto, parece encajar con el perfil que busca.
En la mayoría de los casos, los gastos del departamento van incluidos con el pago sexual. Una de las conversaciones entre el equipo de investigación de programa y el potencial casero, este se muestra de lo más generoso:” no soy de los de aquí te pillo, aquí te mato, te satisfago a ti y luego tú a mí” y avisa de la frecuencia con la que le gustaría mantener estas relaciones: “Como todo hombre pues por pedir se pide todos los días”.
El reportaje muestra otra conversación en la que además de la casa gratis ofrecen trabajo y todo por el mismo precio.
Parte de la investigación refleja que muchas personas ofrecen mantener relaciones sexuales para ahorrar dinero o no pagar por la vivienda. Con la crisis este sistema se ha ido incrementando. La mayoría de los que lo ofrecen sexo como renta, están preparados para lo que les espera.
Cuando el periodista dice que busca sexo con sus inquilinos la respuesta es bastante clara: “Vale, no me importa, si a la vez tengo la habitación y encuentro sexo pues mejor”. El patrón se repite en el resto de las llamadas y los futuros inquilinos se muestran abiertos a negociar un precio más bajo o la rebaja total del alquiler a cambio de mantener relaciones sexuales.
En las dos partes de la investigación se puede ver cómo tanto los que buscan como los que ofrecen alquilar esa habitación por sexo, apenas tienen reparo en quedar inmediatamente. ‘El programa televisivo refleja el funcionamiento de un sistema para alquilar casa cada vez más habitual en España.
(Basado en Periodista Digital)