Un nuevo escándalo golpea a la monarquía en el peor año de su historia, al divulgarse que el monarca español tendría dos hijos productos de sus correrías amorosas que, posiblemente, nunca serán reconocidos. La historia que circula es la siguiente:
Ingrid Sartiau, de 46 años, veía la televisión junto a su madre, Liliane Sartiau. En la noticias aparecía el rey Juan Carlos de España. Para esta belga, él no era más que un personaje importante de otro país. De pronto su madre le dijo “Este hombre es tu padre”. Seguramente el mundo se le vino encima.
Liliane y Juan Carlos de España se conocieron en Francia en 1956. Luego la pareja se reencontró diez años después en una feria en Luxemburgo, nueve meses después nació Ingrid.
Aunque Ingrid sabía la identidad de su padre desde hacía varios años, no fue sino hasta hace meses que empezó a investigar más sobre él. Quizá los escándalos protagonizados por Juan Carlos le picaron la curiosidad.
Convencida de que efectivamente él era su padre, investigó más sobre la familia Borbón y en internet encontró una entrevista que Albert Solà Jiménez concedió a una cadena de televisión holandesa y entonces se puso en contacto con él.
Albert Solà Jiménez desde los años noventa ha buscado demostrar ser hijo del Rey sin mucho éxito.
Su historia comienza cuando el entonces príncipe Juan Carlos viajó de la academia militar de Zaragoza hasta Barcelona. De acuerdo con Albert, Juan Carlos conoció a María Bach-Ramon, hija de un conocido banquero de aquella localidad, y salieron unos días. Nueve meses después, en 1956, dio a luz a Albert, que hoy tiene 56 años, 12 años mayor que el príncipe Felipe, lo que indica que Albert podría ser el primogénito de Juan Carlos y por tanto el heredero. “Poco antes de nacer yo, el Rey le comunicó la noticia a varios de sus amigos”.
Tras el parto, unas enfermeras le arrebataron el bebé a María Bach-Ramon para llevarlo a Ibiza. Ahí permaneció hasta los cinco años y luego lo regresaron nuevamente a Barcelona, donde fue adoptado por la familia Solà Jiménez.
Ya de grande, Albert investigó sobre su familia biológica y en unos documentos encontró la expresión “chupete verde”, un término que se usa para referirse a los bebés de sangre real.
“Estuve viviendo en México, volví para investigar mi adopción. Pero desde entonces no puedo salir del país, dicen que por seguridad. Estoy encerrado, como en una jaula”, declara Albert.
Llueve sobre mojado a los Borbón. La Reina es quizá la que más ha sufrido en los últimos meses. El juicio en contra de su yerno, Iñaki de Urdangarin, el destape público de Corina, la amante de su esposo, y ahora esto.
Para tenerlo todo más claro, Ingrid y Albert se hicieron la prueba de ADN y resultó que eran hermanos al 91%. Las pruebas las aplicó el profesor Juan-Jacques Cassiman, reconocido genetista de la Universidad de Lovaina: “La probabilidad de que tengan un progenitor común es elevadísima, los estudios son claros.”
El Palacio de la Zarzuela ha dicho que conoce la historia pero que desconfía de los estudios.
El Rey no ha hecho ningún comentario al respecto y seguramente no lo hará y no los reconocerá nunca.
Albert ya le ha facilitado a Ingrid el número de fax de la Zarzuela, “es uno de los faxes más restringidos que tiene el Rey. El fax que ella mande, le llegará, se lo puedo asegurar.”
Albert dice que apoyará en todo a su hermana. ¿Qué hará Juan Carlos si le reclaman por la vía legal? ¿Qué dirá la reina Sofía, con la que acaba de cumplir 50 años de casado? ¿Qué pensarán las infantas y Felipe de Ingrid y Albert?.
(basado en http://www.perfil.com/contenidos/2012/06/16/noticia_0001.html)