Francia está de luto desde la muerte de un niño de tres años. La macabra historia comienza cuando el pequeño Bastien rompió los dibujos de un compañero en la escuela infantil.
Su padre, Christophe Champenois, de 33 años, quiso castigar el comportamiento de su hijo metiéndole en la lavadora en marcha durante unos minutos.
El niño, que salió gravemente herido del electrodoméstico, fue llevado al hospital donde sus progenitores aseguraron que «se había caído».
Sin embargo, fue su hija de cinco años quien confesó la verdadera causa de la muerte de su hermano.
Al parecer, meter a los niños en la lavadora era una práctica muy habitual en esta familia que estaba siendo vigilada por los servicios sociales desde 2006.
Sin embargo, en los últimos años no notaron ningún comportamiento sospechoso y los niños gozaban de buena salud y no había ningún informe de malos tratos», según publica «LeParisien.fr»
(publicado por periodistadigital.com)