Gay Talese: ‘Si Facebook y Wikileaks son el Nuevo Periodismo, es una Tragedia’

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Interesantes declaraciones de un padre del Nuevo Periodismo

Considerado junto a Tom Wolfe como uno de los padres del Nuevo Periodismo, Gay Talese trabajó en The New York Times entre 1956 y 1965 y, desde entonces, ha escrito para Times, Esquire, The New Yorker, Harper´s Magazine y otras innumerables publicaciones de Estados Unidos, donde nació en 1932 y donde sigue viviendo como si perteneciera a otra época, siempre con su traje gris de franela, su sombrero, su corbata de colores claros y su pañuelo sobresaliendo del bolsillo de la chaqueta.

Quizá por esto no es extraño que Talese, un hombre que irrumpió en el periodismo en la década de 1960, revolucionando sus formas y cambiando decisivamente la manera de encarar y escribir un reportaje, diga en plano siglo XXI que “internet está minando los cimientos del periodismo tradicional”.

A sus 78 años de edad, Talese sostiene que con internet es muy fácil quedarte en tu mesa y sacar la información tocando unas cuantas teclas sin salir de tu habitación.

“Pero lo que tienes que hacer es salir y buscar la información. Es muy importante escuchar y ver los gestos de las personas cuando hablan. No se trata de conseguir la información desde tu entorno, sino en el entorno en el que esas personas están. Tiene que haber un contacto físico con la persona a la que quieres describir”.

A continuación algunos de los momentos de una entrevista publicada por XL Semanal, sobre aspectos esenciales para cualquier periodista que se precie:

XL. Ha dicho usted que las grabadoras mataron el periodismo…

Gay Talese. Hay casos en que son necesarias, pero creo que la tecnología no beneficia mucho al periodismo. No solo Internet, sino la grabadora. Esto del cuestionario y la transcripción…, pero, cuando hay poco tiempo, no hay más remedio.

XL. Sus reportajes siempre han llevado su tiempo, en el de Sinatra tardó cuatro meses, y sus libros le llevan casi diez cada uno. No parece muy compatible con el periodismo actual. ¿Cree que esta profesión ha cambiado para siempre?

G.T. No, no lo creo. En los 60 ya se decía que la televisión iba a acabar con nosotros y no ha ocurrido. Internet tampoco lo va a hacer. El periodismo profesional va a seguir existiendo. Lo que sucede es que hay quienes se llaman a sí mismos `periodistas´ y no son profesionales. Lo que no significa que no tengan derecho a existir. Por supuesto que lo tienen. Pero son los estándares que debe tener un buen periodista.

XL. ¿Cuáles son esos estándares?

G.T. Ser responsable, riguroso y preciso. Los periodistas de verdad comprueban lo que oyen; no hacen circular mentiras ni para conseguir un titular ni para atribuirse haber llegado primero. Hay que tener curiosidad, paciencia y perseverancia. Cuando la gente dice que el periodismo, tal y como yo lo entiendo, está muerto, que las noticias están en Facebook o en los blogs, siento sinceramente que no puede ser, porque sería trágico.

XL. Pero en esos medios también puede estar la verdad, ¿no?

G.T. Si investigas la vida, sea política, creativa, deportiva o científica, tienes que conocer a la gente. Eso no está en Google. No te puedes esconder detrás de tu ordenador todo el tiempo. No tendrás una carrera seria como periodista si no sales a la calle y miras al otro a la cara.

XL. El negocio de la prensa no parece que ir por ahí: no hay presupuesto ni parece que haya interés del público por los temas tratados en profundidad, y los artículos de 20 páginas…

G.T. Siempre hay que tener en cuenta lo que el público quiere, es cierto, pero sin perder de vista el fondo de la cuestión. Lo que tienes que preguntarte es: « ¿Está la gente interesada en la verdad?». Si no hay mercado para la verdad, es el caos. Y yo no creo que sea el caso. ¿Y quién va a decirte la verdad? ¿El Gobierno? Los gobiernos nunca lo van a hacer. Nunca lo han hecho. El verdadero periodismo es el que provee la verdad.

XL. ¿En serio cree que en hoy en día obtenemos la verdad de los periódicos?

G.T. La obtenemos del periodismo serio. Alguno queda.

XL. ¿Y no puede ser que quede tan poco que por eso surgen fenómenos como Wikileaks, es decir, que la verdad haya que buscarla fuera de los medios convencionales?

G.T. Yo no creo que eso sea cierto. Creo que el señor Assange ha prestado un gran servicio y no es un criminal. Es lo que antes llamábamos un panfletista. En realidad, el papel clave es el del soldado que le pasó la información. Siempre hay alguien en la corte del rey que filtra lo que sucede dentro del castillo. Muy a menudo, el periodista llega a la verdad a través de eso. Pero la verdad no es solo la filtración. Todavía está por verse si esa información clasificada era realmente tan secreta…

XL. Pero usted, al mismo tiempo, es muy crítico con el periodismo actual y su cobertura de las grandes noticias.

G.T. A las pruebas me remito. La operación contra Bin Laden. La prensa no cuestionó nada. ¡Pero si los Navy Seals son como la mafia! ¿Qué hacen? Llegan, disparan y se van. Eso es lo que hace la mafia. Vale que Bin Laden estaba considerado el mayor terrorista del mundo y el responsable del 11-S. Pero quizá averigüemos dentro de unos años que ni siquiera sabía lo del 11-S, que no lo organizó él, porque esos tipos muchas veces se atribuyen crímenes terribles para capitalizar el miedo que causan. Estoy especulando, pero podría ser. Sin embargo, todos los medios han aceptado la versión oficial. Lo mismo que sucedió de 2001 a 2003. Todos los medios norteamericanos, todos, fueron negligentes. El Gobierno les dijo que había armas de destrucción masiva en Irak y todos lo aceptaron. Sin más.

XL. ¿Y por qué cree que lo aceptaron?

G.T. Averiguar la verdad requiere trabajar. En primer lugar, la mayoría de los periodistas son bastante vagos; los lobbies y los grupos de presión se ocupan de alimentarlos de información sin que tengan que buscarla. Además, ahora los periodistas y la gente en el poder pertenecen a la misma clase, viven en el mismo sitio, se interrelacionan demasiado. Gran parte de los periodistas de mi generación éramos outsiders. Estábamos separados del poder y eso nos daba otra perspectiva. No debería haber esa mezcla de periodismo y poder. ¡Pero si ahora los periodistas hasta van empotrados! Nadie cuya seguridad depende de los militares puede hacer ningún servicio a nada, salvo al Ejército. Por definición. Son mascotas.

XL. Hombre, pero no se puede ir a cubrir una guerra sin protección…

G.T. Por supuesto que sí. Hay un montón de historias que se pueden hacer en un país en guerra sin salir de las áreas restringidas. Por ejemplo, podrías escribir sobre la actividad sexual dentro de la Zona Verde. No es broma. En tiempos de ocupación siempre hay una relación privada entre los invasores y los invadidos. Unas veces es solo sexo; otras, matrimonios. Las historias de las chicas y los bares de Okinawa o Sicilia… ¿Dónde están esas historias iraquíes?

XL. ¿Por eso dijo hace un par de años que quería ir a Irak?

G.T. Sí, quería, pero con setenta y pico años no hay muchos medios dispuestos a darme una credencial
(Publicado por periodistadigital.com)

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