El portal periodistadigital.com abunda en más detalles sobre el ya célebre caso de “Sor Internet”
La historia de la monja invitada a cambiar de convento por su mal carácter lleva días causando furor en la Red. No en vano, Sor María Jesús Galán, era más conocida por ‘Sor Internet’.
Y los internautas se están volcando con ella. Tiene más de 1500 amigos en su cuenta de Facebook, que aumenta por minutos. Y en Twiter se ha generado el hashtag # Sor Internet.
Por la red le llegan consejos, apoyos y hasta ofertas de empleo. Mientras tanto, dolidas, sus 18 antiguas compañeras de convento callan por no echar más leña al fuego. Pero el arzobispado de Toledo se ha visto obligado a publicar un comunicado desmintiendo a la hermana y negando que se la haya expulsado.
Y es que no la echaron, se fue por su propia voluntad. La monja dominica, María Jesús Galán, más conocida como ‘Sor Internet’, decidió colgar los hábitos e irse a la casa de su familia, cuando la abadesa de su convento le comunicó que la comunidad entera no la podía aguantar más, que era un continuo motivo de conflicto y que, por lo tanto, le pedían encarecidamente que se trasladase a otro monasterio de la misma orden.
Fiel a su fuerte y controvertido carácter, la monja reconvenida cogió sus escasas pertenencias, hizo la maleta, dio un portazo y se fue a casa de sus padres, en el casco antiguo de Toledo, a unos cientos de metros de su convento.
Historias como la de Sor maría Jesús suelen darse, de vez en cuando, en algunos de los 950 conventos de monjas de clausura que hay en España. Historias habitualmente intramuros. Pero, esta vez, la monja invitada a cambiarse de convento contaba con un aliado poderoso: Internet. Y lo aprovechó a conciencia.
‘Hoy me han echado del monasterio”
De hecho, nada más salir de la clausura y llegar a su casa, se sentó ante su muro de Facebook y colgó la siguiente explicación: “Hoy me han echado del monasterio. Hay unas keniatas que me han hecho la vida imposible. La envidia me ha jugado una mala pasada y han ganado ellas”.
La explicación de Sor Internet corrió como la pólvora por la Red y provocó una riada de solidaridad. En su muro de Facebook, mensajes como éste:
“Me parece muy fuerte pero no es la primera ni la única irregularidad de la Iglesia, desde aquí mi apoyo a sor María Jesús. Ánimo. María”.
O este otro:
“María Jesús: Has tomado una decisión muy dura y difícil. La secularización es todo un trauma en la vida personal de cada religioso/religiosa, cualquiera que hayan sido las razones. También yo un buen día me secularicé. Lo pasé muy mal. Me encontré solo en una terrible noche oscura. Pero poco a poco todo se me ha ido solucionado. Hoy llevo una gozosa jubilación, con los sinsabores y alegrías normales de cualquiera. Sabes que cuentas con un amigo. Saludos cordiales, Juan”.
“Ánimo, adelante, vente a trabajar a Venezuela ¡Éste es el país de las oportunidades!, ¡Funda una congregación aquí!”, le pide otro admirador.
Se Pronuncia el Arzobispo
La bola de nieve de la Red fue creciendo tanto que el arzobispado de Toledo se vio obligado a publicar un comunicado, en el que deja claro que se trata de un “asunto interno” de la comunidad, que “Sor María Jesús no ha sido propiamente expulsada”, sino invitada a cambiar de convento, “pero ella prefirió su secularización”.
Dicen los que la conocen que Sor María Jesús es una mujer con don de gentes, simpatía y buena preparación. De hecho, en la serie de videos sobre los conventos de Toledo, la que explica la historia del de Santo Domingo el Real es precisamente ella, como todavía puede verse en Youtube.
Pero, Sor Internet también tiene un carácter fuerte y tendente a las depresiones psicológicas, con toques de inestabilidad y desequilibrio. Otros la califican de “persona descentrada y un tanto extraña en su forma de ser y de actuar”.
E, incluso, aseguran que, en sus episodios irascibles llegó a agredir a varias hermanas, incluida la superiora. Eran tan fuertes sus brotes de cólera que muchas de las monjas le tenían auténtico pánico y se escondían de ella, encerrándose en sus celdas.
No es fácil echar a una monja de un convento de clausura papal en contra de su voluntad. Para hacerlo, hay que poner en marcha un complejo proceso, llamado de exclaustración, que tiene que llegar hasta Roma.
Lo que se puso en marcha ahora fue el proceso de secularización, a instancias de la propia monja. Lo reconoce el propio arzobispado de Toledo: “Ese proceso de secularización se ha iniciado ya y, sólo cuando sea resuelto, sor maría Jesús Galán, OP, dejará de ser monja dominica”.
Sólo entonces pondrá fin a 34 años de clausura. Porque Sor Internet entró en el convento en 1976, cuando la Red no existía, por haber sentido la “llamada de la fe”.
Ahora, para salir adelante, busca trabajo y en su Facebook escribe:
“Están las cosas difíciles pero espero poder encontrar algo. Es tiempo de empezar una nueva vida. Estoy tranquila y en paz. Nací feliz, vivo feliz y moriré feliz. Pase lo que pase, la felicidad no nos la pueden quitar, aunque a veces llore el corazón”.
Y de hecho, es ahora cuando Sor María Jesús podrá cumplir uno de sus sueños:
“¡Podré ir a Londres y a Nueva York! Siempre he pensado que si deseas algo mucho, al final Dios te lo concede”