En China, una editorial infantil ha convertido a Blancanieves en ninfómana. Quiso adaptar para los niños chinos los cuentos occidentales más populares y en vez de acudir a los originales, se dedicaron a traducir al chino adaptaciones japonesas.
Lo que pasa es que en el caso de Blancanieves se equivocaron y tomaron como original una parodia erótica en la que los dibujantes japoneses habían plasmado a una Blancanieves con furor uterino y multitarea, por las cosas que salía haciendo con los siete enanitos
Pues eso pasó a formar parte de un libro de cuentos de hadas y de ahí a las librerías. La editorial asegura que el fallo fue detectado a tiempo antes de que ningún niño se preguntara qué es lo que estaba haciendo esa señora.