Al parecer las ministras francesas tienen problemas cuando se descuidan y lucen valiosas joyas en público, desmereciendo el deseo del Presidente Sarkozy de dar la impresión de un gobierno austero. Aquí dos casos.
Ministra Christine Lagarde sin joyas y con ellas
La ministra francesa de Economía Christine Lagarde apareció en la portada de Nouvelles du 12, un boletín de noticias locales en París, muy sonriente y con un pañuelo rojo. Su imagen resultó de sospechosa austeridad: ni una sola joya. ¿Magia? No, tan solo un retoque por Photoshop.
Un diario inglés publicó que gracias a una burda manipulación se había quitado todo rastro de lujo y ostentación en la ministra.
Como se aprecia en la foto, la ministra francesa llevaba una gran variedad de joyas durante su paseo con los periodistas ese mismo día. Sucede que la imagen de la ministra francesa no cuadraba con la imagen de austeridad que trata de transmitir el gobierno de Sarkozy.
La Primera
Christine Lagarde es la segunda mujer del gobierno francés que ha visto como sus joyas desaparecían en una imagen. En noviembre de 2008, Le Figaro, eliminó un anillo valorado en más de 20 mil dólares de Rachida Dati, la entonces ministra de Justicia.
La ministra había decidido responder públicamente a las protestas escritas de un colectivo de 534 magistrados que habían denunciado «la incoherencia de la política penal». Y concedió una entrevista exclusiva al matutino Le Figaro.
La entrevista se publicó con una excelente fotografía igualmente exclusiva, realizada por un reportero gráfico del matutino conservador. La ministra no convenció precisamente a los magistrados que denuncian su política penal.
Y, para colmo, otro diario reveló que Le Figaro había «maquillado» la mano izquierda de Rachida Dati, haciendo desaparecer el costoso anillo en oro gris y diamantes.
La revelación atizó una cierta polémica. La redactora en jefe de Le Figaro asumió ser la responsable de la «desaparición»: «No queríamos que ese anillo se convirtiese en motivo de polémica. Y decidimos «suprimirlo», para dar la sola imagen de la ministra».
El «maquillaje» y la «desaparición» tuvieron un automático efecto perverso. Los magistrados interpretaron la decisión de Le Figaro como una «prueba evidente» de la «influencia» del gobierno de Nicolas Sarkozy en la redacción del periódico.
En las redacciones de la prensa parisina, la «tempestad» del anillo de oro y diamantes atizó otro tipo de especulaciones: el anillo de gran lujo pudo ser un regalo, una «promesa de compromiso», del padre, todavía desconocido, del hijo que Rachida Dati dio a luz a comienzos del 2009.