Con alguna frecuencia los medios –especialmente los audiovisuales- dan noticias que son desmentidas o refutadas. Una explicación sencilla y contundente es la falta de la debida y obligada verificación del suceso.
Un caso reciente fue la indignada reacción de los familiares del Ingeniero Luis Miguel Balmelli – desaparecido con su vehículo cuando viajaba de Lima a Pasco – por la noticia de que se habrían ubicado los restos bajo un deslizamiento. La esposa declaró gravemente afectada: “Por qué no se verifica una noticia antes de difundirla”. La razón categórica: el huayco se produjo al día siguiente del viaje del ingeniero. Los medios no confirmaron la veracidad de los hechos, proporcionados por fuentes policiales.
En la dinámica de la comunicación periodística hay dos dimensiones que hay que tener en cuenta para entender la verdad en periodismo: la cobertura noticiosa y la información que el periodista da de esa cobertura.
En la cobertura el reportero podrá tener los datos del suceso de manera directa, presencial, como en la mayoría de los acontecimientos. Pero, habrá coberturas en las que recibe versiones de diversas fuentes informativas. Estas pueden ser testimoniales (declaraciones, denuncias,) o escritas o documentarias.
Las fuentes ocasionarán que el periodista tenga una información indirecta y hasta subjetiva de los hechos.
Una de las fuentes más famosas del periodismo fue Mark Felt (“Garganta Profunda”) que alimentó de valiosa información a los reporteros Bob Woodward y Carl Bernstein del Washington Post, en el caso Watergate, que obligó a la renuncia del Presidente Nixon.
En el aspecto de la información se puede precisar la que origina el periodista y la versión que difunde su medio. En el que origina el periodista cabe la tergiversación, la parcialización, la inexactitud o falsedad, debido a fuentes no confiables o no confirmadas. En la que da el medio, se puede producir la manipulación en sus diferentes manifestaciones.
Recuérdese el caso de una revista que manipuló su información sobre el supuesto romance de un Ministro de Comercio con una ex Miss Perú. Desastre informativo basado en fuentes anónimas no verificadas y comprobadas. Un periodismo responsable de la verdad no se basa en expresiones: “en fuentes confiables se dijo”…” trascendió que”…” voceros bien informadas”.
Es en el asunto de la credibilidad de las fuentes informativas donde radica, de manera fundamental, la veracidad informativa. A tal extremo que debido a comprobadas fallas periodísticas, tanto en diarios como en la televisión, las grandes organizaciones editoriales del mundo han planteado y establecido radicales medidas que, inclusive, han motivado el despido de numeroso profesionales, algunos notables figuras periodísticas de sus respectivos países.