El Túnel Secreto de los Aztecas en Teotihuacán

En el portal de Periodista Digital se publicó este artículo de gran interés no sólo arqueológico sino también periodístico. Se cree que en el interior del túnel hay por lo menos 60 mil piezas arqueológicas y, tal vez, los restos de los antiguos gobernantes aztecas.

Un túnel mesoamericano, que se cree que contiene los restos de los gobernadores de la antigua ciudad mexicana de Teotihuacán, será explorado unos 1.800 años después de haber sido clausurado por sus habitantes para proteger su interior.
El túnel se encuentra debajo del emblemático Templo de la Serpiente Emplumada -edificación dedicada al Dios de las mujeres Quetzalcóatl- y fue descubierto de manera fortuita en octubre 2003 cuando una fuerte lluvia abrió un orificio a pocos metros de dicho templo, según el arqueólogo Sergio Gómez.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) puso en marcha el proyecto Tlalocan (que significa “Camino bajo la tierra”) en julio de 2009 con el inicio de las labores de investigación y excavación del túnel. Tras ocho meses de trabajo, han logrado penetrar la tierra a 12 metros de profundidad hasta localizar la entrada al túnel.

Esta excavación arqueológica se considera la más profunda de Latinoamérica y se calcula que en un plazo de dos meses se pueda abrir completamente la entrada al túnel, que podría alcanzar hasta los 15 metros de profundidad.

“El verdadero valor de este hallazgo no solo radica en el privilegio de poder ser los primeros que ingresemos después de aproximadamente 1.800 años al túnel, sino que también estamos seguros de que nos guiará hacia un mejor entendimiento de la cosmovisión teotihuacana, de su ideología religiosa y de su conformación social”, destacó Gómez.

Durante las excavaciones se han encontrado varios muros superpuestos de bloque y miles de pequeños ornamentos hechos de concha, jade importado de Guatemala, serpentina, pizarra y obsidiana que se piensa fueron arrojados por los teotihuacanos a manera de ofrenda en el momento de clausurar la entrada.

Cámaras mortuorias

En los dos o tres metros que faltan para llegar a nivel del piso se espera encontrar “la cereza del pastel” con el hallazgo de las cámaras con los restos de los gobernantes.

“Todavía no existe ninguna certeza de qué hallaremos ahí dentro pero de lo que estamos seguros es de que el acceso al corredor fue cerrado con alrededor de 2.000 kilos de enormes esculturas y piedras pintadas para resguardar algo verdaderamente importante en su interior”, aseguró el arqueólogo.

Con la clausura del túnel se presume que se destruyó una cancha de juego de pelota que se encontraba a un costado, de la cual quedan tan solo pequeños restos que están siendo rescatados.

Durante las labores en torno al túnel también se ha manejado la hipótesis de que su entrada permita descubrir la vinculación de este espacio con conceptos relacionados con el inframundo y el simbolismo de los ritos de iniciación e investidura divina.

“La carga simbólica de la zona de Teotihuacán radica en que fue considerada como el eje en torno al cual gira el universo y por lo mismo la concepción de este espacio subterráneo puede ser sin temor a equivocarnos una escenificación del inframundo”.

El templo de la Serpiente Emplumada se encuentra en la zona de “La Ciudadela” ubicada en la parte sur de Teotihuacán, y fue bautizada con este nombre por conquistadores españoles que pensaron que se trataba de un lugar militar.

Teotihuacán viene de náhutl (“lugar donde fueron hechos los dioses” o “ciudad de los dioses”), nombre que fue dado por los mexicas a lo que fue el centro urbano antiguo de Mesoamérica, que alcanzó mayor apogeo durante el periodo clásico.
Actualmente es una zona arqueológica localizada en el valle del mismo nombre, que forma parte de la Cuenca de México y a unos cincuenta kilómetros de la capital mexicana.

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