Las redes sociales despiertan un entusiasmo masivo en el mundo entero. Pueden ser, sin embargo, origen de episodios periodísticos sensacionalistas cuando la prensa amarilla se hace eco. Tal es el caso del rumor conyugal relativo a Nicolas Sarkozy y Carla Bruni . Aquí un informe tomado del portal de periodismodigital.
Todo empezó en Twitter. Hace más de un mes y medio, un becario de una cadena audiovisual francesa anotó un mensaje:
“Oído en la máquina de café: Sarko+Carla, over”
El mensaje se reprodujo en las redes sociales aquí o allá, se mezcló con otros parecidos que venían de días atrás, se unieron a una alusión críptica en una entrega de premios musicales que engordó a su vez la bola, hasta que el 9 de marzo, bajo el seudónimo Mik107, alguien escribió en un blog de Le Journal du Dimanche:
“¡Noticia bomba! Tras Haití, Chile y Turquía, damos cuenta de que el Elíseo ha sido afectado por un terremoto de una magnitud nueve en la escala de Richter”
Después aseguraba que la pareja presidencial se encontraba al borde de la ruptura y hasta citaba los nombres de los nuevos acompañantes de Sarkozy y su esposa: la secretaria de Estado de Medio Ambiente, Chantal Jouanno, y el músico Benjamín Biolay.
La historia la cuenta Antonio Jiménez Barca en Bulo de Estado en las páginas de El País, quien añade que el blog duró poco: horas después de su aparición en pantalla fue borrado y sustituido por el siguiente mensaje:
“Dado que se atenta gravemente contra la vida privada, la redacción del JDD.fr ha decidido suprimir este post”
ENTRA EN JUEGO LA PRENSA AMARILLA
Citando como fuente “el prestigioso periódico dominical francés Le Journal du Dimanche”, el diario sensacionalista británico The Sun recogió el rumor en su web.
La prensa francesa, celosa de la vida privada de sus políticos, dejó el tema de lado. La europea, no: hubo artículos, reportajes y llamadas en primera página.
Como cuenta El País, el 12 de marzo, tres días después de la aparición del blog, un periodista preguntó a Sarkozy en Londres, en una rueda de prensa conjunta con Gordon Brown, sobre lo publicado sobre su separación. El presidente francés respondió, malhumorado, que no iba a perder en eso “ni un microsegundo”. Los periódicos franceses dieron cuenta del desmentido de forma discreta y todo el mundo dio por enterrado el asunto.
Todos, menos Pierre Charon, asesor del presidente de la República, que el domingo, en una entrevista a un periódico digital, aseguraba que la filtración del rumor obedecía “a una especie de complot organizado con los movimientos financieros”.
Y lo explicaba:
“El hecho de que estos rumores hayan sido propagados en la prensa inglesa, alemana y suiza hacen pensar en un complot, dado que Francia se prepara a presidir el G-20 en 2011”.
Los respetuosos periódicos franceses, según cuenta el periodista de El País, al observar algo estupefactos que el caso tomaba un sesgo político –impulsado por el mismo Elíseo–, reprodujeron, con la ironía y la reserva que merecían, las opiniones de Charon sobre el supuesto complot contra la pareja presidencial alentado desde oscuros y poderosos despachos financieros de Londres o Berlín.
Mientras, Le Journal du Dimanche, propiedad del empresario Arnaud Lagardère, amigo de Sarkozy, había echado a un responsable de su página de Internet y al periodista encargado del blog origen de la polémica.
EL ORIGEN DE INFUNDIO
El periódico satírico Le Canard Enchaîné y el mismo Le Journal du Dimanche aseguraban que el entorno de Sarkozy atribuía el origen del infundio a alguien más concreto, más pegado a la realidad y nada sospechoso de operar para complots internacionales de financieros del G-20: Rachida Dati, ex ministra de Justicia, ex portavoz de Sarkozy durante la campaña electoral, ex colaboradora favorita del presidente, amiga de la ex esposa del líder, Cecilia. Nunca muy amiga de Carla.
Caída en desgracia tras su calamitoso paso por el ministerio, Dati fue destituida en 2009, apeada del poder, apartada de los círculos presidenciales, exiliada en el lejano Parlamento Europeo, desde donde aseguró a una amiga en septiembre, sin saber que la estaban grabando:
“No puedo más, no puedo más”
¿Una suerte de venganza política por haberla desterrado? ¿Una rabieta porque Sarkozy le ha privado, como asegura Le Canard Enchaîné, de coche oficial?
Hace unos días, Charon deslizó delante de un grupo de diputados que la policía investigaba las llamadas de Dati a la búsqueda de pruebas.
El martes, Dati envió un comunicado en el que protestaba “con indignación” por la situación.
El miércoles, en una radio francesa:
“No tengo miedo de nada, pero todo esto tiene que parar ya”
“Los rumores, las calumnias, los comentarios sobre la vida personal son absolutamente inadmisibles. He sido acusada indirectamente y lo encuentro extremadamente escandaloso”.
Horas después de que Dati hablara en una radio, la esposa del presidente se presentó en otra, Europe 1, propiedad también del grupo Lagardère, para aclarar que ni él ni su marido creen ser víctimas de ningún complot; que los rumores son inevitables, poco agradables, pero que ni ella ni Sarkozy les otorgan ninguna importancia y que el asesor Charon había hablado empujado por la amistad, pero que no era su portavoz.
“Los rumores están ahí. Siempre estarán ahí. (…) Y Rachida Dati sigue siendo nuestra amiga. Las acusaciones que le señalan a ella como culpable son rumores, y yo no creo en los rumores”
“No hay ninguna investigación policial sobre este asunto. Es inimaginable decir una cosa así”.
Bernard Spuarcioni, alto cargo policial, aseguraba minutos después, contradiciendo a la primera dama, que la investigación en torno al blog y al rumor sí que se había producido.