Tres noticias relaciones con los medios de comunicación provocaron en los últimos días mucho interés en el mundo, especialmente en el campo periodístico. Una versión sobre los sucesos.
En Georgia, el canal oficialista de televisión sembró el pánico en el país. Durante media hora, informó sobre lo que aparentemente era el inicio de una nueva guerra con Rusia y de la muerte del presidente georgiano, Mijail Saakashvili, para luego explicar que se trataba de un “hipotético desarrollo de los acontecimientos”.
En el reportaje especial el presentador había afirmado, dramáticamente, “Georgianos, estamos en guerra con Rusia y nuestro presidente ha muerto”.
Tras media hora, el canal oficialista Imedi, reconoció que había engañado a la audiencia presentándole una ficción de una nueva crisis militar con Rusia y reunió en el estudio a un grupo de politólogos para debatir tal hipotética situación.
El impacto del programa fue sobre todo notable en las zonas vecinas de Osetia de Sur, donde muchos habitantes se lanzaron a evacuar a sus familiares residentes cerca de la frontera.
Otro canal de televisión, Rustavi-2, intentó tranquilizar al país explicando que se trataba de una situación ficticia, mientras el servicio de emergencias médicas dio cuenta de un aumento exponencial en los casos de infartos y desmayos entre la población.
Sin duda, otro ejemplo de la irresponsabilidad con que se manejan medios de comunicación.
En Estados Unidos, se informó que el propietario del New York Times, Arthur Sulzberger, está convencido que la supervivencia del diario, y de la prensa en general, pasa por los “cruciales” ingresos generados por el cobro de contenidos online.
Se confirmó que The New York Times aplicará a partir de 2011 una fórmula de pago a sus lectores en Internet que no sean suscriptores.
Los internautas tendrán acceso gratis a un número limitado de artículos mensuales. Superado este umbral, deberán pagar para acceder al resto de contenidos.
Si a esta decisión su suma la intención de Rupert Murdoch, el hombre más poderoso en los medios de comunicación, de cobrar por el acceso a la información de sus publicaciones en la Web, se podría afirmar que están contados los días de la información libre y gratuita en Internet.
En España dos canales de televisión y una productora fueron condenados a pagar casi 100 mil dólares a nueve amigos de una jovencita asesinada.
Los menores fueron mostrados como fondo de pantalla en programas relativos a la muerte de su amiga, lo que lesionó su derecho a la intimidad e imagen.
Según el juez la aparición de sus imágenes resultó “claramente desfavorable para los intereses de los menores pues con ello le pudo alcanzar el manto de sospecha en las investigaciones policiales” Para la autoridad judicial las imágenes debieron ser difuminadas para evitar la identificación de los amigos.
En el Perú, sin duda alguna, más de un canal sería multado si se cumpliera ese derecho al respeto de la imagen de menores.