Publicado el : 7 Enero 2011 – 11:05 de la mañana | Por Anna Rosales (Foto: ONU/MINUSTAH)

Maltratos y violencia sexual son el mayor riesgo que corren las mujeres y niñas en los campamentos improvisados de Haití. Así lo afirma Amnistía Internacional tras evaluar la situación del país un año después del sismo que causó unos 230 mil muertos.

La organización constata que, luego de un año de la catástrofe, más de un millón de personas sigue viviendo en condiciones extremas. Si bien gracias al apoyo de la Comunidad Internacional se reagrupó a los sobrevivientes en campamentos de tiendas de campaña que se establecieron a manera de ‘ciudades’ dentro de la capital, la situación se aleja de ser cómoda.

El asesor especial de Amnistía Internacional sobre asuntos regionales de derechos humanos, Javier Zúñiga, señala que de estas, aproximadamente mil, ‘ciudades’ “apenas tres de ellas, puede decirse, se conforman a las normas internacionales para desplazados internos, por lo que el entorno físico es sumamente adverso”.

Hacinamiento, falta de servicios básicos e inseguridad. Zúñiga revela que esta situación de precariedad es justamente la que contribuye a la vulnerabilidad de las mujeres, quienes con mayor frecuencia son víctimas de violación. La violencia sexual, si bien existía antes del terremoto, comenta Zúñiga, se da ahora con mayor frecuencia debido a esta situación física y a las falencias de infraestructura e institucionalidad.

Inseguridad

“Imagínese que su madre o sus hermanas viven ahora en un sitio inhóspito, en una casa totalmente abierta, sin ventanas ni puertas, todas las noches. Eso es lo que sucede; las carpas no ofrecen ninguna protección. No hay policía. Hay hombres que se pasean con machetes, abren las carpas, se introducen y violan a las mujeres a su entero gusto. Es una situación que se repite noche tras noche”.

Zúñiga señala que en los primeros meses después del temblor, tras 150 días, se contaban 250 casos de violación. “A nuestro modo de ver, ni la policía ni las entidades internacionales encargadas de la reconstrucción le han concedido al problema la importancia que merece”

50 testimonios
Amnistía adjunta a su estudio testimonios de más de 50 supervivientes de la violencia sexual. Las denuncias son de todo tipo, desde el relato de una niña de 14 años que fue violada cuando fue al retrete, hasta el testimonio de una viuda que fue ultrajada en presencia de sus dos hijos menores por un grupo de hombres que ingresó de noche a la carpa donde se encontraba, entre otros casos.

Zúñiga denuncia además que la presencia de la policía o de las fuerzas internacionales es escasa. La respuesta de los agentes de policía a las supervivientes de violación es inadecuada. Muchas de aquellas contaron que cuando habían pedido ayuda a la policía, les habían dicho que los agentes no podían hacer nada, así que las mujeres han optado por reunirse en grupos de vecinos para asistirse en la vigilancia.

Mayor presencia policial
Algunas Organizaciones No Gubernamentales se encargan de hacer un censo de las personas violadas y molestadas sexualmente, a quienes intentan brindarles alguna ayuda. “Hay cierto grado de organización, pero sobre todo un alto grado de abandono”.

Entretanto, Haití se halla a pocos días de una segunda vuelta electoral presidencial. Amnistía Internacional ha pedido al eventual nuevo Gobierno que adopte medidas urgentes para poner fin a la violencia contra las mujeres y para una mayor presencia de las fuerzas de seguridad en las zonas de riesgo. “Que deje de ser excusa que los policías no tienen dónde quedarse en el campo y que estén más cerca de las víctimas para protegerlas”.

Y que haya más voluntad. “Establecer soluciones sistemáticas y prácticas, que incluso pueden ser de bajo costo. Eso sólo se podrá hacer si hay una voluntad política para implementarlas”, finaliza Zúñiga.

Fuente: Radio Nederland

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