No hay consuelo para la familia, pero lo único que esperan es que se haga justicia, que el responsable pague sus culpas. Sandra Cristina Olivera Ayala, de 38 años, fue atropellada la noche del martes último en El Rímac por un sujeto que, lejos de auxiliarla, huyó por las oscuras calles del distrito. Sandra quedó tendida en el piso y, tras dos días de agonía, falleció.
Tanto para los familiares como para las autoridades la identidad del culpable sigue siendo un misterio. La ausencia de cámaras de seguridad en el cruce de Prolongación Tacna y la avenida Alcázar, donde ocurrió el accidente, han colaborado para que el conductor de la moto siga aún en el anonimato.
La Policía aseguró que el crimen no quedará impune y que la búsqueda del sujeto que atropelló a Sandra Cristina se intensificará. Y en ese objetivo está también Elizabeth Rubianes Ayala, hermana de la víctima, quien informó que el ministro del Interior, Miguel Hidalgo, prometió realizar operativos por todo Lima.
Según su versión, su hermana regresaba de trabajar cuando fue arrollada por el individuo y de forma negligente los agentes policiales que trasladaron a Sandra Cristina al centro de salud no recogieron las versiones de todos los testigos del hecho. Es por eso que, hasta el momento, solo se ha identificado las características de la motocicleta negra.
Así, mientras Elizabeth exige que el crimen del que fue víctima su hermana no quede impune, la Policía ha pedido a los testigos que se acerquen a la comisaría del Rímac para dar pistas sobre el misterioso conductor. Hasta el momento se trabaja con la hipótesis de que el hombre quiso asaltarla, y que en el intento la atropelló.
Fuente: Perú21