27.07.10 – EL SALVADOR

Rev. Héctor Fernández *

Adital –
Palabra de Dios escrita: Hechos 4,33; 5,12.27-33; 12,2

“En aquellos días, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor y hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Pedro y los apóstoles replicaron: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien ustedes mataron, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen.” Esta respuesta los exasperó, y decidieron acabar con ellos. Más tarde, el rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan”.

Este resumen de lecturas que nos presenta el calendario litúrgico común para este domingo es una convocación de Dios para la Iglesia de Cristo en El Salvador. Nos recuerda la valentía al hablar y actuar de nuestros antecesores cristianos, el núcleo de sus palabras, discursos: Predicar a Jesús el Cristo liberador, resucitado, no predicarnos a nosotros mismos. El núcleo del evangelio es Jesús el Cristo.

Palabra y realidad

Jesús dio inicio a un proceso liberador integral, con Jesús las personas experimentaron que las situaciones injustas o contrarias a la vida podían cambiarse, a partir de cambios personales y poder colectivo con objetivo liberador. No esperaban decretos, ni buscaban el poder que les permitiese decretarlos.

Jesús, un ser humano de Buena Voluntad, libre de todo tipo de ataduras, incluidas las eclesiásticas, enseño en la práctica, que lo fundamental es abrir corazón y pensamiento a las otras personas. Jesús comió y bebió con los excluidos/as y marginados/as de su época, le interesaban las personas por el hecho de ser personas. Aquella modalidad en su práctica cuestionaba la religiosidad superficial de su época. Jesús aprendió que en un ambiente popular sano (no todo lo popular es sano) se come y se bebe sin intereses bajo la manga. Por sus enseñanza practicas los que comían y bebían con él, personas generalmente excluidas del sistema, le comenzaron a llamar Maestro, les impactaba que una persona se fijara, se preocupara por ellos/as, se sentara y dialogara con ellos/as. Lo que practicaba Jesús no fue algo común en su tiempo, desdichadamente tampoco lo es hoy en día.

La relación de amistad, compañerismo de Jesús con las personas excluidas de su tiempo fue el fermento novedoso, liberador, génesis de un movimiento popular de gran trascendencia. El poder no residía en Jesús, sino que él, fue incorporando y re incorporando personas, fortaleciéndoles la autoestima, construyendo poder diaconal colectivo. Con Jesús, amplios sectores comprendieron que el proceso liberador no “viene de arriba” sino que se construye con las personas que aman la vida y la justicia y se comprometen con ellas.

La práctica de Jesús cuestionaba, denunciaba las estructuras marginadoras y exclusivistas.

El movimiento popular iniciado, con Jesús, logro continuidad, se dio inicio a una nueva fase del proceso liberador, Jesús físicamente ya no estaba, pero el circulo más radical de discípulos y discípulas -personas desinstaladas, itinerantes, peregrinas- rescataron y realizaron una re lectura a la práctica de Jesús, pusieron la mano en el arado y ya no vieron hacia atrás. El horizonte estaba claro, definido. Con Jesús, entre otros aspectos, aprendieron evitar la búsqueda de protagonismos.

Al reiniciar el movimiento popular, se hace reivindicando a Jesús el nazareno como el Cristo enviado de Dios. El Mesías prometido. Las condiciones injustas continuaban y eran escandalosas, seguían existiendo personas tiradas a la orilla del camino, muchas personas víctimas de dolencias físicas y psíquicas, muchas personas sufriendo la ignominia de “autoridades” injustas tanto judías como imperiales romanas. La sociedad enfrentaba graves dificultades que no eran coincidentes con la Buena Voluntad de Dios, fue necesario y oportuno practicar y predicar al Cristo resucitado. Retomando el relacionamiento libre, entre seres humanos libres, que trabajen por la liberación.

Lamentablemente en nuestros días se ha pervertido, desvirtuado, la practica cristiana, se prioriza cualquier otra cosa o situación y se olvidan las personas. Aunque se dice -y quizá algunos hasta se lo creen ellos mismos- que lo que hacen es “por preocupación por las personas” en el fondo, y en ocasiones no muy en el fondo, lo que se hace es por aparecer en los medios de comunicación pues eso les da estatutos social “popular”; o por lograr un espacio remunerado en algún partido político o intentando ser “figura” para agencias cooperantes. En estos u otros casos se ha producido una especie competencia de pulso entre católicos romanos y los que no pertenecen a este espacio. En suma, el “cristianismo” hoy en nuestro país, en muchas ocasiones, es demasiado superficial, para decirlo diplomáticamente: amplios sectores vienen perdiendo su esencia de amor eficaz, fe eficaz (Míguez Bonino) se abandono en la práctica, la importancia que tiene la persona y el relacionamiento entre las personas libres y liberadoras, este aspecto fundamental del cristianismo, igual que en tiempos de Jesús, es hoy también un fenómeno extraño, escandaloso.

Los medios de comunicación masiva, en su mayoría, en manos del gran capital hacen los suyo y lo hacen bien, destruyen nuestro pensamiento propio y nos colocan la ideas que los poderosos económicamente quieren: entre otros daños, nos construyen ideas que nos hacen temernos entre nosotros mismos, y allí va avanzando el temor y la división, el encierro, el auto encarcelamiento, el individualismo, el “salvase quien pueda”.

En gran parte, por lo anterior, sumado a las irresponsables actitudes de algunos “lideres” “cristianos” hoy, en este pedacito de tierra, los marginados/as, excluidos/as, son vistos, por algunos sectores “cristianos”:

1.-“Entes” de los cuales hay que “salvar el alma”. Sin importar las condiciones injustas en que sobreviven hoy en esta sociedad tan marginadora y excluyente.
2.-Otros, aunque en teoría conocen la Buena Noticia, sectores de “avanzada” ante la realidad de hoy, se creen los “buenos” que van hacer algo por los marginados/as, por los “malos” por los que ya casi no son humanos. Los de este sector -aunque lo ocultan, no lo dicen abiertamente- se sienten, se consideran “arriba” de la persona excluida, marginada, creen que “van a bajar” “se animan a “visitar” el lugar donde sobrevive la persona excluida,… supuestamente, para ayudar, algunos lo hacen o piensan hacerlo mediante proyectos financieros y otros sin proyectos financieros. Lo más lamentable en este sector es que algunos ya ni a eso llegan, algunos ya ni quieren “bajar” el temor los está “congelando” inmovilizando.
3.- Otros, que se sienten también de “avanzada” ni siquiera piensan en los excluidos/as, aunque estos se mencionan furibundamente en los discursos, lo principal en este sector es confrontar “al mal gobierno” no pueden dejar de ser “oposición” pues de lo contrario ya no figuran, ya no dirigen, se acaban los protagonismos y los cultos a las personalidades.

Estos sectores, que no son todos, gracias a Dios, pero si, desafortunadamente gozan de alguna “representatividad” olvidaron las enseñanzas sencillas y poderosas de Jesús el galileo. Realidad que nos obliga preguntas: ¿Dónde está el Evangelio? ¿En donde perdieron, dejaron olvidada la Buena Noticia? ¿Dónde están los Pastores al estilo de Jesús y Mons. Romero? ¿Qué significa ser discípulo/a de Jesús en esta realidad salvadoreña? ¿Cómo actuaria Jesús en esta realidad actual? Preguntas a partir de la realidad de las víctimas de un sistema inhumano. El nuevo momento histórico nos coloca preguntas recurrentes en los momentos álgidos de la historia cristiana en El Salvador.

A pesar de todo, “trabajando contra viento y marea” en nuestros días, hay sectores cristianos, hay discípulos y discípulas, que son fieles a esa motivación de trasmitir el Evangelio, la Buena Noticia, más allá de decretos, leyes y protagonismos, desarrollando relaciones personales libres y liberadoras. El proyecto liberador de Jesús sigue andando, no en lo que está más visible, más probablemente en lo que menos imaginamos, en lo que menos visibilizan los medios en manos del gran capital y en ocasiones, también, los medios de comunicación “alternativos”, a pesar de todo, el árbol que salió de una semilla pequeña, sigue creciendo con la esperanza que un día, no muy lejano, las aves reposaran en ella. Mc. 4. 30 – 32.

En la memoria histórica de la Iglesia Cristiana Popular Salvadoreña:

Estudiantes de la UES masacrados el 30 de julio de 1975.
José Othomaro Cáceres. Seminarista, y sus trece compañeros. 25 de Julio de 1980, El Salvador
Pedro Ángel Santos. 23 de Julio de 1983, El Salvador. Catequista, mártir de la fe y de la solidaridad con su pueblo salvadoreño.
Martín Ayala. 8 de Julio de 1991, El Salvador. Militante, mártir de la solidaridad de los marginados de su pueblo salvadoreño.

* Teólogo. Instituto Ecuménico Diaconal ‘Esteban’ – Coordinador IED Esteban

Adital

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