Escrito por Erena Calvo/ELMUNDO.es/6/6/2010
Miércoles, 09 de Junio de 2010 11:50

Tener un hijo sin estar casada en el reino alauí se convierte en un gran problema para la madre, que se enfrenta a una ley que pena hasta con un año de cárcel las relaciones fuera del matrimonio, a una familia que la repudiará y a una sociedad que automáticamente le dará la espalda.

Jalila es de las mayores. Tiene 23, pero algunas de sus compañeras parieron con sólo 14 ó 15 años. Su niño tiene dos meses. Su mirada perdida se inunda de lágrimas. Jalila sonríe cuando mira a su bebé, pero con una sonrisa amarga. “Mi pequeño está bien, es sano y estoy contenta por ello; pero también es un gran problema, no sé cómo voy a sobrevivir con él yo sola”.
Su familia no lo sabe, pero ahora vive en el Instituto Nacional de Solidaridad con las Mujeres en Desamparo de Marruecos (Insaf). Jalila cometió el pecado de tener un hijo fuera del matrimonio en el reino alauí. “Mi novio perdió el trabajo, me abandonó y mi familia me repudió; mi hijo para ellos es una vergüenza”.
Otras 20 mujeres dan sus primeros pasos como madres en el local del Insaf de Casablanca. “Nuestro objetivo principal es que no abandonen a sus hijos”, cuenta Nabila Tbeur, la directora de esta asociación, que trabaja con otras 80 mujeres que no están albergadas con ellos. “Les damos asistencia jurídica y administrativa, además de ofrecerles cuidados médicos durante dos años”.
En Marruecos las relaciones fuera del matrimonio pueden costar entre tres meses y un año de prisión firme. “Pero las mujeres no se enfrentan sólo a la ley, también son repudiadas por sus familias y la sociedad les da la espalda; son muy vulnerables”, cuenta Tbeur.
Desde 1999 el Insaf se ocupa de jóvenes madres solteras hasta conseguir su reinserción. “No hay cifras oficiales, pero son miles”, continúa. Y cita un estudio que se hizo en 2002 en Casablanca: “Entonces se contaron 7.000 madres solteras sólo en esta ciudad; pero sólo se tuvieron en cuenta a las que habían parido en maternidades y hay muchas que tienen a sus hijos en una casa”. Su asociación prepara ahora un estudio nacional y esperan tener los resultados en septiembre.
“Es muy importante intentar que ganen confianza en ellas mismas” y que “aprendan un oficio para poder valerse luego por sí solas”. En el Insaf imparten cursos de cocina, confección y peluquería. “Tratamos de prepararlas para el mercado laboral”, dice Tbeur.

Fuente: AHIGE

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