Los padres creemos que nuestros hijos están protegidos dentro de casa, pero a veces no es así. Sin embargo, lo más importante que debemos hacer como sus progenitores es hablar con ellos de la existencia del abuso sexual y de cómo se producen. No olvidemos que el 85 % de los casos son ocasionados por personas conocidas.

Una forma efectiva para prevenir el abuso es enseñarles desde pequeños que tienen derecho a la privacidad de su cuerpo. Nadie debe tocarlo o mirarlo de una forma desagradable, incluyendo primos, tíos, hermanos, amigos de la familia etc. Si alguien les mira o toca en una forma que no les gusta, deben contarlo enseguida. Es necesario hacerles sentir que pueden confiar en nosotros, que vamos a creerles a protegerlos y a no castigarlos, sobre todo decirles que ellos no son culpables de lo que les ha sucedido.

Debemos explicarles también que los agresores tratan de intimidar para que guarden el abuso en secreto. Enséñales que no deben quedarse callados y que si los amenazan, que no se preocupen que los padres como adultos sabemos protegernos.

Es difícil proteger a sus niños del abuso sexual de miembros de la familia o amigos íntimos, pero debemos estar alerta ante muchas situaciones potencialmente peligrosas. Asimismo, hay que estar atentos a cambios repentinos en los chicos en sus conductas habituales, por ejemplo si antes disfrutaba de ir a visitar a tal o cual familiar y ahora lo evade; así mismo si su temperamento cambia repentinamente puede ser un indicio de que algo está sucediendo y no solo pensemos que se trata de un capricho o una rabieta. No olvidar que un abuso sexual marca de por vida, es mentira eso que muchos piensan frente a un abuso: “es pequeño pronto olvidará lo sucedido”. El abuso no se cura porque no se hable del tema, hay que afrontarlo y conversarlo. Ello implica acudir a un profesional en psicología para tratar la experiencia traumática.

Si usted enseña a sus hijos medidas de protección como por ejemplo: ¿Cómo cruzar la calle?, ¿qué hacer cuando ellos tienen un accidente? No conversar con desconocidos, etc, las precauciones relativas al abuso sexual deben ser también parte de esas medidas de protección que enseñamos a nuestros hijos, teniendo cuidado de no asustarlos ni convertirlos en niños tímidos ni asustadizos.

Los mensajes deben guardar relación con la edad de los niños (as) Existen reglas apropiadas para cada edad del niño y ellas cambian a medida que el niño crece. Estas medidas de prevención deben comenzar a edad temprana, ya que muchos casos de abuso sexual son con niños en edad preescolar. Por último, eduquemos para prevenir y de darse el caso, denunciemos para sancionar.

Carola De Luque
Sexóloga de Apropo

Fuente: La Primera

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