Publicado el : 29 de marzo 2010 – 1:57 de la tarde
| Por Mario de Freitas (Foto: Bengt Nyman)

on la participación de delegaciones de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Paraguay y Uruguay, se debatió este fin de semana pasado en San Pablo, Brasil, la explotación sexual de mujeres y el tráfico de personas, en un seminario regional promovido por la Oficina de las Naciones contra la Droga y el Delito (UNODC, por su sigla en inglés) y el Gobierno de Suecia, país que desde mediados de los años noventa lidera el combate contra este tipo de crímenes.

Participaron del seminario tres ministros del Gobierno brasileño, la primera dama, Marisa Leticia Lula da Silva, abogados, promotores y representantes de los ministerios de justicia de Brasil y de diversos países latino americanos.

La abogada y Agente Fiscal Penal del Ministerio Público de la República de Paraguay, Teresa Martínez, ha dicho en esta ocasión que el nuevo gobierno ha creado una mesa de trabajo interinstitucional con el Ministerio Público con tres comisiones especializadas. Según ella, ya se ha logrado más de 20 condenas por el crimen de trata de personas. En el caso de Paraguay, las mujeres son trasladadas a Argentina, España, Japón, Corea, Países Bajos y últimamente Sudáfrica, con el fin de explotarlas sexualmente.

La representante del Ministerio de Justicia de Argentina, Zaida Gatti, afirma que las victimas de la trata de mujeres en el país son personas vulnerables que necesitan resguardo. Antes era un delito asociado solamente a la prostitución.

Ocurre principalmente en el norte del país, en su gran mayoría, porque las condiciones laborables son desfavorables. Se ofrece trabajos domésticos o como niñeras, y una vez que son trasladadas a los lugares de trabajo las encierran en un prostíbulo, un bar o un cabaret. Las envían por lo general a las ciudades turísticas y en las provincias más ricas del país, en el sur. En Argentina hay más de 300 personas detenidas actualmente acusadas del crimen de trata de mujeres, y otros 450 procesos en los tribunales.

Trata de niñas en Brasil
Priscila Siquiera, autora de libros sobre el tema y articuladora de un “Servicio de Prevención Contra la Trata de Mujeres y Niñas”, señala que en Brasil el tráfico de personas ocurre mucho con niñas, menores de edad, algunas con apenas entre doce y catorce años.

“Es muy conocido lo que ocurre en minas de oro y diamantes, como lo que pasaba en Serra Pelada, relatadas en un sinnúmero de reportajes fuera de Brasil, así como en libros. Muchachas pobres del interior son llevadas de sus casas con anuencia de sus padres para trabajar en la ciudad grande. En realidad las llevan tierra adentro, en las forestas, para trabajar en minas de oro ilegales donde la población es casi cien por ciento masculina, donde es imposible salir, y se quedan viviendo una situación de esclavas”.

“A las mayores de dieciocho años se les arreglan documentos, y en su mayoría terminan en Europa. España es el país que más demanda prostitutas de Brasil. La mayoría de estas mujeres son seducidas y engañadas. Una vez llegadas a Madrid o Lisboa tienen que pagar los costos de pasaportes, alojamientos, comisión del que la ha seducido y la trajo, y todo supervalorado.

Estos gastos iniciales suelen ser pagos con 4.500 relaciones sexuales. Incluso después de pagarlos, se les impide marcharse pues se les presentan nuevas cuentas de ropas, medicinas, comida, etc, siendo esto un régimen de esclavitud completa.

Según un proxeneta, es un buen negocio, pues armas y drogas se vende una vez. “De mujeres hay venta y reventa, hasta que queden locas, mueran de SIDA o se suiciden”, concluye Priscila Siqueiros.

Reina Silvia de Suecia
Éste fue también el tono dado por la Reina Silvia de Suecia al atacar la demanda del mercado pornográfico con niños y el de la prostitución infantil para combatir la trata de menores, en el que las víctimas siempre son “usadas” más de una vez.

Según la monarca, el tráfico de personas funciona como cualquier otro negocio, y sin demanda no hay oferta. “Es importante que reconozcamos que la demanda de sexo con menores es una fuerza que impulsa fuertemente este problema global y, por lo tanto, debe ser abordada inmediatamente. El dinero que viene de los clientes crea y mantiene los mercados y, obviamente, los niños social y económicamente son vulnerables”, según la reina.

El “desespero financiero” de las familias pobres, apuntó, facilita el turismo sexual con menores y la pornografía infantil. La reina Silvia, de origen alemán, se pronunció en portugués, la lengua de su fallecida madre brasileña, y recordó los años de su niñez que vivió en San Pablo, entre 1947 y 1957.

Además de la monarca sueca, que entró y salió del seminario acompañada por la primera dama brasileña, Marisa Leticia, también participaron los ministros locales de Justicia, Luiz Paulo Barreto; de Derechos Humanos, Pablo Vannuchi, y de Políticas para la Mujer, Nilceia Freire, además del ministro sueco de Desarrollo Social, Goran Hagglund.

Fuente: Radio nederland

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