Publicado el : 1 de marzo 2010 – 2:34 de la tarde | Por Redacción InformaRN (www.rnw.nl)

Varios centenares de homosexuales y simpatizantes protestaron el domingo pasado en la catedral de Den Bosch contra el sacerdote Luc Boyens. Hace unas semanas, Boyens se negó a dar la comunión al príncipe del carnaval de Reusel, un joven abiertamente homosexual.

Laurens Donkerbroek y Judith Popken

Los manifestantes, entre los que había homosexuales y heterosexuales, fueron convocados a la catedral de San Juan de Den Bosch por la organización holandesa que defiende los derechos de los homosexuales, COC, el periódico Gaykrant y la presidenta del Partido del Trabajo (PvdA), Lilianne Ploumen.

Una asistencia colorida
El domingo, la iglesia más importante de Den Bosch recibió una colorida delegación de homosexuales, lesbianas, transexuales y figuras políticas. Los manifestantes llevaban triángulos color rosa y algunos carteles con textos de protesta. La misa se desarrolló con dificultades. A mitad de la ceremonia hicieron su entrada al templo tres damas con pelucas y vestidos color rosa encendido. Personal de seguridad privado y de la iglesia intentaron inútilmente mantener el orden. La policía estaba presente fuera de la catedral, pero su intervención no fue necesaria.

Una misa sin hostias
La iglesia había decidido con anterioridad no dar a nadie la comunión. En su homilía, el sacerdote Geertjan van Rossem, explicó por qué. “La recepción de la hostia está destinada a personas que vivan su sexualidad de manera correcta”, dijo Van Rossem. “Este precioso sacramento no debe ser convertido en objeto de protesta”, agregó. Sus palabras fueron interrumpidas por los manifestantes, que abandonaron la iglesia cantando y abucheando al sacerdote.

Rechazo
La protesta de la comunidad homosexual comenzó en los primeros días de febrero, cuando el sacerdote Luc Buyens, en la misa de carnaval de la localidad de Reusel, decidió no dar la comunión al príncipe de la fiesta, Gijs Vermeulen, por su condición de homosexual. Una semana más tarde hubo una acción de rechazo en la iglesia de Reusel, que motivó que el sacerdote no diera la comunión a nadie en esa misa.

La Iglesia Católica sostiene que la eucaristía es lo más sagrado que ofrece a sus fieles y quienes la reciben aceptan que “viven en unidad con la iglesia y con Jesucristo”. Esta declaración causó revuelo. La comunidad homosexual incluso acusó judicialmente al sacerdote Buyens.

Matrimonio
En un intento de cerrar la brecha entre la iglesia y la comunidad gay, el obispo de Den Bosch, Antoon Hurkmans, sostuvo una reunión, el viernes pasado, con el redactor jefe del Gaykrant, Henk Krol. En la reunión el obispo afirmó la posición de la Iglesia Católica afirmando que los homosexuales son bienvenidos en la iglesia, pero que pedir la comunión es ir demasiado lejos. Para el obispo la sexualidad es algo que sólo debe tener lugar dentro del matrimonio de un hombre y una mujer.

La vicepresidenta de la COC, Vera Bergkamp, expresó su desilusión ante la postura de la Iglesia, representada por el obispo Hurkmans: “Fue una conversación abierta y respetuosa, pero si atendemos a los resultados se puede decir que también fue triste y dura. El mensaje fue que si eres homosexual o lesbiana no puedes recibir la comunión. Eso es muy duro para nuestros miembros de religión católica”.

Fuente: Radio Nederlnad

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