Actualidad | Sáb. 17 oct ’09

Cifra corresponde a lo que va del año. El 50% de denuncias por desaparición es de menores. Al menos cuatro limeños se pierden diariamente, advierte la Policía Nacional.

Autor: Lourdes Fernández

Un día simplemente desaparecieron como si se los hubiera tragado la tierra. Sus rastros se perdieron y a sus familias no les quedó más que coger una fotografía y salir a buscarlos en las calles. Esta es la historia que diariamente viven, al menos, cuatro hogares limeños.

Según el jefe de la División de Investigación de Desaparecidos de la Policía Nacional, José Luis Langle, las denuncias por desaparición de personas pueden llegar hasta a ocho en un día cualquiera.

Lo más alarmante es que, solo en lo que va del año, esta división policial ha contabilizado un total de 1,278 personas desaparecidas, de las cuales 619 –es decir, casi el 50%– son adolescentes cuyas edades van de los 12 a los 17 años. ¿La razón? Para la Policía, detrás de estos hechos están las mafias de trata de personas.

ENGANCHES CIBERNÉTICOS. El boom de las redes sociales –como Messenger, Hi5 y Facebook– entre los adolescentes se ha convertido en un arma de doble filo. Según el coronel Langle, el fácil acceso a este tipo de medios facilita el trabajo de las bandas que buscan captar a menores para reclutarlos en la mendicidad, la explotación laboral o sexual y hasta en el tráfico de órganos.

“A partir de falsas ofertas de empleo, empiezan a seducir a los chicos que, a veces, terminan secuestrados o en manos de mafias”, precisa Langle. Un ejemplo de la actuación de estas peligrosas bandas es el secuestro que sufrió una menor de 15 años, el pasado 11 de agosto, en San Martín de Porres.
La adolescente había entablado contacto con los hampones de la banda ‘Los Hackers’ a través del chat del Messenger.

Los delincuentes utilizaron un nombre falso para engañar con facilidad a la menor y no dejar rastro del embuste. El anzuelo para atraer su atención fue ofrecerle un trabajo fácil y rentable por medio de la red.

Luego de mantenerla en cautiverio por más de 30 días, los sujetos recibieron el pago de 5 mil dólares de la familia. Luego, durante una intervención, la Policía los capturó.

Para María Teresa Mosquera, coordinadora de la ONG Acción por los Niños, este tipo de casos es muy frecuente entre los adolescentes que son asiduos a las mencionadas redes.

Sin embargo, resaltó que la captación de menores por parte de mafias de alta peligrosidad ocurre con frecuencia en ciudades como Pucallpa, Huánuco y Ayacucho, donde los jóvenes son convencidos con mayor facilidad por la necesidad de obtener empleo.

Mosquera asegura que estas bandas trafican con muchachos que llegan a ser vendidos a otras organizaciones internacionales.

“En su mayoría, las niñas y, ahora, niños son obligados a ingresar a la explotación sexual y a otros se los llevan a trabajar en parcelas; por ejemplo, en el sur”, agrega.

SE ESCAPAN. Sin embargo, existe otro factor que también es relevante en la desaparición de menores. Según el jefe de la división policial, un gran número de estos desaparece ‘voluntariamente’ para huir de sus hogares con sus parejas sentimentales.

“Los padres denuncian la desaparición cuando, en realidad, es fuga del menor rebelde que quiere independizarse”, señala.

La mayoría de estos casos se presenta en distritos populosos como San Juan de Lurigancho, El Agustino, Rímac, La Victoria, San Martín de Porres y Ventanilla.

Fuente: Perú21

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