Publicado el : 11 de septiembre 2009 – 2:55 de la tarde
| Por José Zepeda

Este 11 de septiembre se cumplen 36 años del golpe militar que rompió la institucionalidad democrática chilena. Con este motivo, Radio Nederland les ofrece un programa especial dedicado a la figura del presidente chileno Salvador Allende.

Jesús Manuel Martínez, escritor asturiano, ganador del Premio Internacional de Ensayo Jovellanos 2009 con su libro “Salvador Allende” es el protagonista de esta conmemoración de los 36 años del golpe militar chileno.

El programa desea mostrar al mandatario y al hombre; al estadista y al ciudadano presidente. Pulse aquí para escucharlo:

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La obra comienza en un día y hora precisa: once de septiembre de 1973, 9:03 de la mañana. Es en ese momento preciso en el que el Presidente pronuncia su último discurso, que ha logrado tanta difusión y que continúa motivando la reflexión.

A continuación reproducimos parte del libro del escritor asturiano:

“Sus padres habían tenido un primer hijo al que pusieron Salvador y que se les murió a los tres años. Después de otros dos hijos, Alfredo e Inés, tuvieron otro varón al que repitieron el nombre de Salvador, el futuro presidente. Otra hija, Laura, se les murió en Tacna a los nueve años, y también repitieron el nombre de Laura a la niña nacida pocos meses después, futura diputada socialista y apoyo indefectible de su hermano en la política y en la vida.

El cuadro familiar se completa con la presencia de doña Zoila Rosa Ovalle, la Mama Rosa, una joven campesina de Lampa que había entrado al servicio de la familia a los 20 años de edad, obligada a dejar atrás a una niña que había tenido de soltera. La Mama Rosa cuidó de Allende durante sus primeros años (“mi señora me había dicho que cuidara de él como si fuera mío, y así lo hice”), se ocupó de él cuando estudiaba Medicina en Santiago y, faltando doña Laura Gossens, lo acompañó con honores en la inauguración del mandato presidencial en 1970. Aunque la figura de la mama era tradicional entre las clases acomodadas, en este caso la relación alcanzó tal grado de afectividad que Allende no se recataba de afirmar en público que tenía “dos madres”.

Doña Rosa murió en 1972 y el presidente cuidó de ella hasta el último día. Poco después, en medio de un discurso, a Allende se le rompió la vena sentimental y dejó con la boca abierta y el corazón en un puño a sus partidarios de la ciudad de Antofagasta con este párrafo tan poco presidencial, aunque no tan atípico:

– Como hombre, permítanme recordar a dos mujeres extremadamente cercanas a mí: mi madre y la otra madre que tuve. La primera me dio la vida y me arrulló para dormir. Y en su cálido pecho encontré el descanso en las horas más difíciles de mi lucha política (…). La otra era una mujer humilde que trabajaba en la casa de mis padres, primero como sirvienta y luego se quedó allí como parte de la familia. Ambas me dieron todo el amor que tenían”.

Fuente: radio nederland

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