Es un artículo interesante publicado en Radio Nederland.

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Fernando Lugo: Moral pública o moral privada
Asunción/Benjamín Fernández Bogado
23-04-2009
El ex obispo y actual presidente del Paraguay, Fernando Lugo, ha tenido una Semana
Santa para olvidar. La denuncia de paternidad de la madre de uno de sus hijos: Viviana Carrillo, una joven de la zona de San Pedro (una de las más pobres del Paraguay) lo forzó a refugiarse en la residencia presidencial y salir cinco días después para reconocer su paternidad y su relación que, según la denunciante, se había iniciado cuando ella tenía 16 años.
El escándalo que sacudió a una sociedad conservadora no se detuvo ni con el viaje a las cumbres de Venezuela y Trinidad y Tobago. A su vuelta el domingo pasado pensó que l anuncio de cambios en su gabinete sería suficiente para disipar el debate casi morboso que se tejió sobre su figura a nivel local e internacional. Sin embargo, esta semana, dos mujeres han reclamado también la paternidad de sus hijos y han vuelto a mostrar a un Lugo fuertemente cuestionado por no haber asumido esa condición que cuando aparecía en la última campaña política siempre tenía como respuesta una sonrisa socarrona.
Fuertemente afectado por este virulento ataque a su moral -acaso su principal y único capital político- Lugo cambió esta semana a cuatro de sus ministros. Se fueron dos de sus principales articuladores económicos y políticos en campaña.
El ministro de industria Martín Heisecke, financista de los primeros movimientos electorales que se enteró de su destitución durante un viaje oficial en Alemania y la del ministro de agricultura Cándido Vera Bejarano quien además de ser su promotor político también tenía fuertes vínculos afectivos con Lugo. Además fueron destituidos los ministros de Educación y Cultura y de Justicia y Trabajo. Todos los cambiados y sus promovidos se enteraron de la movida horas antes del anuncio.
El estilo escueto de Fernando Lugo, su falta de un proyecto-país en el ámbito de la lucha contra la delincuencia y el desempleo, su participación en las elecciones internas partidarias de su principal aliado, el Liberal radical, su ambivalencia en política exterior donde por un lado critica a Brasil en el tema del tratado de Itaipú ( la represa condómina más grande del mundo) y por el otro aumenta la dependencia del país con Venezuela a cuya empresa petrolera PDVA debe casi 400 millones de dólares, son tomados en cuenta por la población. Además desde que resultara elegido presidente hace ahora un año, Lugo ha pasado de tener inicialmente el 80 por ciento del apoyo del electorado a un 48% actual.

El caso personal que envuelve las demandas de paternidad y el debate en torno al mismo, constituyen la forma pública de repudio de una población que no vive mejor y que ahora comienza a creer que el sueño del cambio puede convertirse en una auténtica pesadilla.
Si Fernando Lugo no logra colocar proyectos que entusiasmen a la población el desencanto a corto plazo, podría llevar a niveles insostenibles a su gobierno con escasa representación en el Congreso y con un mandatario que ha mostrado poco apego a las formas y el fondo del ejercicio presidencial. Algunos creyeron que eso se debía a su origen obispal, pero ahora los ataques de incompetencia se multiplican y no son pocos conocen mejor al mandatario y que afirman que Fernando Lugo agobiado por las críticas podría en cualquier momento renunciar al cargo de presidente de la República del Paraguay.
La moral privada convertida en su mayor recurso político es hoy cosa del pasado para el mandatario guaraní. Sólo le queda ser lo que nunca fue: un estadista eficaz que ponga los asuntos del Estado por encima de sus propias debilidades personales. Y, eso podría incluso implicar un purgatorio privado y público con altos costos para un país pobre y subdesarrollado que no tiene tiempo que perder.

Fuente: Radio Nederlan

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