La economía virreinal peruana, en el siglo XVII, pasa de ser una economía basada principalmente en la extracción y comercialización atlántica de la plata, principalmente la que provenía del cerro de Potosí, a una economía de carácter más local, a causa de la explotación de otros recursos naturales. Esto es lo que Kenneth Andrien en su libro Crisis y Decadencia. El Virreinato del Perú en el siglo XVII llama una “economía virreinal en transición”. Se explicará las principales causas que llevaron a este cambio en la economía virreinal en el Perú, así como sus efectos en la Península y en la economía local.
Tras un largo período de extracción minera de plata, especialmente de Potosí, luego del gobierno del virrey Toledo, donde se comenzó la extracción de plata a gran escala, surgieron ciertas dificultades. Si bien el descubrimiento de la mina de Huancavelica, principal y única fuente de mercurio, necesario para el proceso de amalgamación o purificación de la plata, había traído grandes beneficios económicos a la extracción minera de plata en el Perú, en el siglo XVII era necesario realizar una excavación más profunda del cerro de Potosí para poder llegar a obtener el metal. No hay que olvidar que desde finales del siglo XVI, y principalmente en el siglo XVII, se descubrieron nuevos yacimientos de plata en el virreinato del Perú; sin embargo, estos no eran tan ricos como lo que se obtenía en Potosí.
Por otro lado, estaban los mineros. Las minas eran trabajadas por mano de obra mitaya, principalmente andina. Si bien los indios no volvían, o no querían volver luego de haber concluido su turno de trabajo, por preferir quedarse a vivir en Potosí para así poder trabajar recibiendo un salario, muchos otros indios le pagaban al minero para no trabajar, y con ese dinero pueda contratar a otro trabajador. El problema de esto, como lo presenta Andrien, es que muchas veces los mineros se quedaban con el dinero y no contrataban a otros indio. Así, un declive en la mano de obra también generó que la producción de plata decreciera un poco, especialmente en Potosí. Este decrecimiento se vio reflejado en lo que era enviado a la Corona, en un momento en el que ésta estaba en un proceso de consolidación de su poder en Europa y se encontraba enfrentada con Flandes, Italia e Inglaterra.
Otro motivo por el cual no se enviaba tanto dinero a la metrópoli es debido a que los funcionarios del virreinato optaban por mantener el dinero en el territorio, con el fin de mejorar la industria local y la extracción de nuevos recursos. Es asó que el siglo XVII fue un período donde la producción local tuvo una gran importancia, tanto para la Audiencia de Lima como para las demás audiencias.
Durante este siglo, se pasó de un comercio atlántico a un comercio más local. Se comenzó con la producción de vinos, trigo, textiles, entre otros productos. Es importante mencionar que el comercio con la ciudad de México no se detuvo por completo, pero sí decreció la frecuencia de este. Si bien la Audiencia de Lima y las demás audiencias comenzaron a tener una producción más diversificada, esto no significó que eran autosuficientes.
Esto se ve en dos ejemplos que muestra Andrien al respecto. El primer caso se ve cuando la Corona trata de imponer un impuesto mayor a la producción y la explotación de estos “nuevos” recursos naturales, llegando al rechazo de los funcionarios del virreinato debido a que no eran autosuficientes. El segundo caso es más notorio. Después del terremoto que destruyó Lima en 1687, la producción de trigo de dicha ciudad se vio muy afectada. Esto, en cierta medida, benefició a la Audiencia de Chile, quien no se vio tan afectada. La medida en que el terremoto llegó a beneficiar a dicha audiencia fue la posibilidad de un mayor comercio con Lima del trigo que esta producía, salvandola, según Andrien, (con esto podemos discrepar y se hablará en otra ocasión)
de la hambruna y posible destrucción.
Gracias al ejemplo anterior se puede ver la importancia de la economía diversificada que se estaba dando en América. De no haberse producido tal diversificación en la extracción y producción de nuevos recursos, crisis como las acaecidas luego de los terremotos del siglo XVII hubiesen sido más graves. Las nuevas actividades económicas, como el comercio local, ayudaron a que le virreinato del Perú, en parte, no se desmorone.
Para concluir, podemos mencionar que la diversificación de la economía virreinal se debió en parte a las nuevas complicaciones en la extracción de la plata y principalmente a la aparición de la explotación de nuevos recursos, como el trigo y el vino, y en su comercialización con los mercados locales. Así, la economía del virreinato pasa por un tránsito, del comercio atlántico con la metrópoli a un comercio de carácter local.