Algunas ideas principales del texto “Apogeo y crisis en la República Aristocrática. Segunda Parte: El consenso y la violencia” de Burga y Flores Galindo

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1. Ya en el período republicano, para finales del siglo XIX, la oligarquía había establecido un domino sobre la sociedad peruana de la época. Dicho dominio se produjo por un Estado excluyente de las mayorías de la sociedad y cuyo control recaía sobre una clase social reducida pero poderosa. Es importante destacar, como lo mencionan los autores, que no existió una ideología oligárquica, sino una visión del mundo mucho más diferente del que era. Existía un claro dominio sobre el campesinado como había existido en el período colonial.

2. A pesar de tener un poder sobre la población nacional, el gobierno oligárquico era dependiente de mercado de metrópolis con carácter imperialistas, como Inglaterra y Estados Unidos. Pero no es posible considerar a la oligarquía solo desde el punto de vista económico, a pesar de que muchas familias de la oligarquía obtuvieron su poder en el apogeo del guano. Así, a inicios del siglo XX, la oligarquía ejerció prácticamente todo el poder político del país.

3. Según los autores, el Estado oligárquico se caracterizó por tener un débil desarrollo administrativo. Dicho estado no fue un Estado nacional, solo lo fue en apariencia. Existía aún una muy marcada diferencia y fragmentación a lo largo del territorio entre las familias oligárquicas de la costa y la sierra, siendo la oligarquía norteña la más próxima a una dimensión nacional. Hubo otro gran inconveniente para que no se logre una dimensión nacional, y ese provenía de las mismas haciendas.

4. Tanto el gamonalismo y la feudalidad obstaculizaron la conformación de una sociedad nacional, pero un igual efecto tuvieron los enclaves mineros y petroleros. En una sociedad oligárquica como esta, el poder político estaba monopolizado por un conjunto de familias cuyo perfil consistía en la “bondadosa entrega del país a las empresas extranjeras a través del Contrato Grace y medida antipopular con la anulación del billete fiscal”.

5. Dos elementos combinados, la dictadura y el consenso, son las que definen la relación existente entre la clase gobernante y las clases subalternas. En el estado oligárquico hubo una especie de dictadura frente a las demás clases. Al no desarrollar un programa político, la oligarquía no contó con los medios para incluir a las otras clases. La Iglesia, como sucedió en los tiempos de la colonia, continuó su función como medio de cohesión de la pirámide social, siendo el cristianismo uno de los pocos nexos que comunicaban a la oligarquía con la gente “del común”.

6. Grandes levantamientos indígenas fueron reprimidos a causa de la gran violencia que predominó en este tipo de Estado. La violencia fue interpretada a través del control de tanto gamonales como oligarcas en las propias haciendas, ambos teniendo en cuenta la creencia de una superioridad étnica a parte de la diferencia de clases. Lejos de buscar la integración de las demás clases del país, la oligarquía decidió mantener a las grandes masas marginadas, lo que muestra el porqué de la exclusión del grupo analfabeto del país de la actual vida política.

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