Para Hobbes, en la naturaleza del hombre, se encuentran tres causas principales de disensión: La competencia hace que los hombres invadan el terreno de otros para adquirir ganancia. Esta, hace uso de la violencia, para que así los hombres se han dueños de otros hombres La desconfianza es da para lograr seguridad. Esta usa la violencia con un fin defensivo. Por último, la gloria para adquirir reputación. Mientras los hombres viven sin ser controlados por un poder común que los mantenga atemorizados, están en esa condición llamada guerra. Así, la Guerra consiste también en “un periodo en el que la voluntad de confrontación violenta es suficientemente declarada”. De la guerra entre los hombres se deduce que nada puede ser injusto. Así, donde no hay un poder común, no hay ley; y donde no hay ley, no hay injusticia. La fuerza y el fraude son las dos virtudes cardinales de la guerra. La justicia e injusticia se refieren a los hombres cuando están en sociedad.
Locke propone el término “estado de naturaleza” para referirse a que los hombres son libres e iguales en sí mismos. Lo cual redunda en que todos deben tener las mismas ventajas para tomar decisiones. Ahora, una consecuencia de este planteamiento es que uno mismo es capaz de administrar justicia de tal forma que frente a cualquier agresión se puede castigar al agresor en proporción al daño realizado.
Para Hobbes, mediante la transferencia de un derecho, se intenta que el beneficio recaiga sobre alguna persona o personas en particular. Cuando un hombre ha abandonado o cedido su derecho, está obligado a no impedir que aquellos a quienes se ha concedido ese derecho, se beneficien de él. Si causa algún impedimento, incurre en injusticia e injuria. La transferencia mutua de un derecho es lo que se llama un contrato. Cuando uno de los contratantes puede entregar la cosa cumpliendo con su parte del contrato, y dejar que el otro cumpla con la suya en un momento posterior determinado, entonces el contrato por parte de éste es llamado Pacto o convenio. Cuando la transferencia no es mutua, entonces no hay contrato sino regalo, favor, gracia.
Locke establece que debe existir una sociedad civil que garantice la propiedad. Esta debe definirse por las leyes que le rigen y por desarrollar un sistema que garantice su cumplimiento. Así, los que se hallen unidos en un cuerpo, y tuvieran una ley común y judicatura establecida a quienes apelar, con autoridad para decidir en las contiendas entre ellos y castigar a los ofensores, estarán entre ellos en sociedad civil. Pero quienes no gozan de tal común apelación, es decir, se hallan todavía en el prístino estado natural. (Locke pag. 53 y ss.)
Dado que cada hombre ingresado en sociedad abandonara su poder de castigar las ofensas contra la ley de naturaleza en surgimiento de particular juicio, así se dan los orígenes del poder legislativo y ejecutivo, en la sociedad civil para Locke. Siempre que cualquier numero de hombres tal suerte en sociedad se junten y abandone cada cual su poder ejecutivo de la ley de naturaleza, y lo dimita en manos del poder público, entonces existirá una sociedad civil o política.
Locke considera que la monarquía absoluta es en realidad incompatible con la sociedad civil, y así no puede ser forma de gobierno civil alguno. (Locke pag. 55)
La teoría política más importante que viene después de la de Hobbes es la de John Locke, la cual se encuentra en Dos ensayos sobre el gobierno civil. Locke es un teórico de la monarquía constitucional, de un sistema basado en la doble distinción entre dos partes del Estado: el parlamento y el rey, y entre dos funciones del Estado, la legislativa y ejecutiva, en cuanto el poder legislativo emana del pueblo que tiene su representación en el parlamento y el ejecutivo es delegado por el parlamento al rey. En este caso, la soberanía del Estado pertenece al pueblo, y el gobierno, al rey.