Una Gata parió varios gatitos,
Uno blanco, uno negro, otro manchado:
Luego que ellos quedaron huerfanitos
Los perseguía un perro endemoniado;
Y para dar el golpe á su enemigo
No había mas remedio que juntarse,
Y que la dulce unión fuese su abrigo.
Van pues á reunirse, y al tratarse
Sobre quien de ellos debe ser cabeza,
Maullando el blanco dixo: “A mi me toca
Por mi blancura, indicio de nobleza”.
El Negro contestó: “Calla la boca;
El mas diestro y valiente mandar debe”.
“Malo, dixo el manchado, si esto dura
Temo que todo el Diablo se lo lleve;
Unión, y mande el digno”. “Eso es locura”
Gritó el blanco, y el Negro le replica;
Se dividen por fin en dos partidos,
La ira y la turbación se multiplican,
Se arañan, gritan, y á sus alaridos
Acude mi buen perro y los destroza.
Si á los gatos al fin nos parecemos,
Paysanos, esperamos otra cosa?
Tendremos libertad? Ya lo veremos…
Mariano Melgar
(Poesías de Dn. Mariano Melgar, Latin American Mss. Manuscripts Department) En CDIP. Tomo XXIV. Pag. 141