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¿MONSTRUOS A LA CARTA?
LA CONTROVERSIA DE LOS ALIMENTOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS
Las industrias que fabrican alimentos genéticamente modificados sostienen que es una herramienta eficaz en la lucha contra el hambre mundial, los opositores, dicen que todavía se desconocen los efectos negativos. Lo cierto es que los alimentos genéticamente modificados se encuentran en el ojo de la tormenta y muy lejos de desaparecer del debate mundial.
La modificación genética de alimentos –proceso por el cual se transfiere artificialmente información específica de un tipo de organismo a otro, sin importar la especie- es uno de los aspectos más preocupantes y criticados del desarrollo biotecnológico.
La ingeniería genética parte del principio de que cada rasgo específico de un organismo se encuentra codificado en uno o más genes estables específicos, de tal manera que se puede trasladar estos rasgos por separado a otros organismos.
En pocas palabras, la manipulación genética recombina genes entre especies que tienen nulas probabilidades de hacerlo en su estado natural.
Sin embargo esta teoría ha sido rechazada por diferentes científicos. El talón de Aquiles de esta se debe a no toma en cuenta las complejas interacciones de los genes, ni de los factores externos que intervienen durante su desarrollo.
Cambiar el entorno de un gen podría traer consecuencias indeseadas, perjudiciales tanto en el ámbito de la salud humana como en el de la seguridad alimentaria y ambiental.
HAMBRE O COMERCIO SALVAJE
Se sabe que la hambruna en el mundo se debe a una mala distribución de los alimentos y no a la falta de ellos. Tras el discurso de las grandes empresas transnacionales, quienes manifiestan que los alimentos transgénicos solucionaran el hambre mundial, se esconden grandes intereses comerciales.
Estos grandes laboratorios están invirtiendo en los nuevos avances de la biotecnología, en sus diversas formas, para adueñarse de la materia prima desde sus inicios teniendo en cuenta el futuro de la nueva era económica y protegidos legalmente por los derechos de propiedad intelectual.
Asimismo manifiestan que los alimentos transgénicos reducirán el uso de plaguicidas. Sin embargo la mayoría de las inversiones de estas compañías están enfocadas para que estos alimentos sean más resistentes a plaguicidas y herbicidas que, graciosamente, ellos mismo producen.
Por ejemplo, la soja transgénica RoundupReady es de la transnacional Monsanto, el laboratorio que a su vez produce el herbicida químico Roundup. Esta fue la compañía que elaboró el tristemente celebre agente naranja, sustancia utilizada durante la guerra de Vietnam que desfolió casi 2 millones de hectáreas de bosques.
La propaganda dice que se reducirá el uso de plaguicidas y que los alimentos serán más baratos, sin embargo, la estadística dice lo contrario. Estudios elaborados en diversos campos de cultivo de transgénicos dicen que aumentó el uso de plaguicidas y que su mayor productividad es tan sólo a corto plazo.
DIVERSOS IMPACTOS
Es difícil decir a ciencia cierta cuáles son los diferentes impactos ocasionados por los transgénicos. En contraposición a la inmensa cantidad de estudios para la elaboración de otros tipos de organismos susceptibles a ser desarrollados de forma transgénica, existe un gran vacío científico de estudios dedicados a investigar los impactos de estos alimentos.
Sin embargo, se sabe de algunos riesgos que podrían ocasionar. Por ejemplo en materia ambiental, existe el riesgo de la invasión de organismos con una capacidad de mutar completamente desconocida. Así, los cultivos de plantas transgénicas pueden servir de conducto por el cual esos nuevos genes resistentes a un plaguicida, pasen a especies silvestres emparentadas que entonces se convertirían en supermalezas.
Riesgos a la salud humana. Muchos de los genes que están siendo introducidos a diferentes alimentos nunca antes habían estado presentes en la alimentación humana. Hay indicios que son capaces de generar reacciones alérgicas y hasta de causar cáncer.
Riesgos económicos. El rápido y creciente proceso de cambio de la agricultura convencional a la agricultura transgénica dejaría a los productores y a los agricultores del hemisferio sur a merced de los productos de algunas pocas transnacionales que, amparadas en el marco legal de los derechos de propiedad intelectual se convertirían en los amos y señores los alimentos.
Riesgos sociales. El uso de la ingeniería transgénica podría reducir el empleo. Es decir, puede aumentar la producción desmedida del producto y por consiguiente la caída de los precios y del empleo. Hay proyecciones que unos 100 mil trabajadores en los países en desarrollo podrían perder su empleo cuando la vainilla natural que exportan sea sustituida por una de laboratorio más barata.
Es necesario entonces tener políticas más rigurosas a la hora de introducir cualquier tipo de producto alimenticio elaborado con algún transgénico. Así podremos asegurar nuestra salud, nuestra economía y los productos naturales trabajados con tanta sapiencia por nuestros antepasados.
El mundo se encuentra dividido frente al tema de los organismos genéticamente modificados (OGM). Algunos piensan que consumirlos podría significar un serio riesgo a la salud y que estos todavía son desconocidos. Otros sostienen que son la salvación para el problema del hambre en el mundo. Lo cierto es que en este momento hay un camino muy largo por recorrer para saber cual de las dos posiciones es la cierta.
Estados Unidos y la Unión Europea mantienen posiciones diametralmente opuestas. El primero, desde hace tiempo incentiva los cultivos y su comercialización de los OGM, la Unión Europea los rechaza exigiendo mayor control para estos alimentos.
Varios países del mundo siguen los pasos de las exigencias europeas. Ni siquiera países sumidos en la miseria y la hambruna han aceptado estos alimentos GM.
China es un ejemplo de ello. Siendo uno de los mayores productores agrícolas del mundo, invirtió miles de millones de dólares en cultivos GM. Sin embargo, el año pasado rechazó importaciones y nuevas inversiones en semillas modificadas genéticamente. El mismo año, durante el mes de octubre, Zambia rechazaba 18.00 toneladas de maíz de Estados Unidos, seguidamente India en noviembre, congelaba las donaciones de maíz y soya provenientes de Estados Unidos.
MONSTRUOS O ALIMENTOS
Pero, ¿Qué es un alimento genéticamente modificado? ¿Por qué estados unidos y la union europea se encuentran divididos? ¿Cuál es el trasfondo de todo este embrollo?
Un campo importante en la ingeniería genética es su aplicación en la agricultura y producción de alimentos. Los cultivos transgénicos o alimento genéticamente modificados son los que se obtienen a partir de semillas que han sido modificadas genéticamente en un laboratorio. Actualmente las principales plantas transgénicas cultivadas son la soja, el maíz y en menor medida el algodón, la colza y el tabaco.
BENEFICIOS Y RIESGOS
Los transgenicos llevan en sus genes cierta carga de beneficios y riesgos. Aunque muchos de estos están todavía por comprobarse estos son uno de los argumentos de los dos bandos. En la agricultura los beneficios estan directamente ligados a la lucha contra las plagas. Esto en si es una cuchilla de doble filo. Encuanto por un lado minimiza el uso de plaguicidas y pesticidas, por otro lado, el gen de resistencia a un herbicida se transfiere a otras plantas.
EL PERU Y SUS TRANSGÉNICOS
El Perú no es indiferente a esta discusión. El debate se inicia en 1982 cuando el Perú comienza a realizar sus primeras pruebas con esta tecnología. Muchas instituciones ecologistas hicieron escuchar su voz de preocupación.
Actualmente, según directivos de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (ASPEC), es posible que nuestro país esté importando maíz, trigo y soya transgénica que luego son transformados en productos y suministrados a los consumidores sin que ellos reciban advertencia alguna.
No sólo eso, el Perú siendo un país pobre, depende mucho de la ayuda alimentaria proveniente de otros países. Esta suma llega al 60% en algunas regiones. Hay que tener en cuenta que el año pasado, Estados Unidos donó 500.000 toneladas de maíz y productos de maíz para programas de internacionales de ayuda.
Sin embargo desde septiembre de 1999 tenemos un proyecto de ley que regula este tipo de alimentos. En ella se establece claramente que mezclar los alimentos genéticamente modificados con los alimentos naturales es una violación a los derechos de la libre elección del consumidor. La ley obliga a los alimentos GM llevar una etiqueta que los diferencie de los demás alimentos.
Fuente:http://www.tequieroverde.com/temas10.htm
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