¿Qué nos enseña la serie “Loki” sobre seguir el plan de Dios?
8:00 p.m. | 5 nov 21 (AM).- Todos tenemos una idea de cómo queremos que sea nuestra vida, pero ¿qué ocurre cuando no estamos a la altura de nuestros ideales o de los que nos imponen los demás? Ese es uno de los temas principales de la serie de Disney+ y Marvel, “Loki”. Así como presenciamos la trayectoria del villano hermano de Thor, desde la decepción inicial por su “glorioso propósito” hasta el descubrir que no hay un solo camino para alcanzarlo, podemos ser conscientes que el plan de Dios para nosotros tal vez no sea como lo esperamos. Por eso, es esencial ser capaces de examinar nuestra vida, tanto nuestros éxitos como nuestros fracasos, para avanzar. Con esa referencia de la serie “Loki” el jesuita Tucker Redding explica lo que nos ofrece el “examen ignaciano”. Contiene spoilers.
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Advertencia de spoilers.
“Puedes ser quien sea, lo que quieras ser, incluso alguien bueno. Lo digo por si alguien te dijera lo contrario” – Mobius a Loki
Si seguimos el Universo Cinematográfico de Marvel, vemos que cada vez es más complejo. Recordemos que en “Avengers: Endgame”, una versión de Loki en el pasado escapó -cuando estaba bajo custodia- con el Teseracto mientras los Avengers viajaban en el tiempo para recuperar las Gemas del Infinito. Es decir, lo de costumbre. La serie “Loki” comienza con esta escena y sigue a esta versión de Loki. Momentos después de escapar, es rápidamente apresado por la Autoridad de Variación Temporal (AVT), una misteriosa organización que controla el flujo del tiempo. Gracias a la AVT, nos enteramos de la “sagrada línea del tiempo”, supuestamente establecida por seres poderosos que determinan todos los acontecimientos y acciones a lo largo del tiempo.
La AVT interviene y detiene a los individuos que se salen de su camino predeterminado. Estos individuos se llaman “variantes”. Una persona puede convertirse en una variante por acciones grandes o pequeñas: desde iniciar una revuelta hasta simplemente llegar tarde al trabajo. En su mayor parte, las variantes ni siquiera saben que van en contra de la sagrada línea del tiempo. Al tomar esa decisión que sale de lo predeterminado, la AVT los detiene y los “poda” de la existencia. Al principio, da la impresión que han sido eliminados para siempre, pero resulta que se les traslada a un lugar en el que están fuera de la línea del tiempo. Las variantes son esencialmente desechadas en este espacio y las que sobreviven parecen perder todo sentido.
¿Es posible que todos seamos variantes?
Por muy extraña que me pareciera al principio la idea de una “sagrada línea del tiempo”, me di cuenta de que la mayoría de nosotros creemos en ella de alguna manera. Nos demos cuenta o no, tenemos nuestra propia idea de cómo deben ir las cosas y de quiénes debemos ser. A través de nuestras esperanzas y sueños creamos una sagrada línea de tiempo para nosotros mismos. A veces nos juzgamos basándonos en estas expectativas y nos declaramos variantes. ¿Has deseado alguna vez poder retroceder en el tiempo y hacer algo diferente? ¿Evitar un error o una relación en particular? ¿Hablas varias veces en clave de “debería”, como “debería haber hecho esto o aquello”? Si es así, de alguna manera te has declarado una variante.
También es posible que actuemos como si Dios hubiera establecido una sagrada línea de tiempo con un camino muy particular que tenemos que seguir. Cuando miramos el discernimiento desde este punto de vista, puede ser aterrador o incluso debilitante. Pasé años dando vueltas a la idea de entrar o no en la Compañía de Jesús porque me preocupaba equivocarme. Pensaba que si discernía el camino equivocado, me desviaría para siempre. Desde entonces, he conocido a muchas personas que ven el discernimiento de manera similar: evitan hacer cualquier elección por miedo. Ahora bien, no me malinterpretes, creo que Dios lo sabe todo, incluyendo todo nuestro pasado y nuestro futuro. Dios también tiene planes y deseos para nosotros, pero no nos dicta nuestro camino. El principal deseo de Dios es que estemos con él para siempre, pero puede haber varias rutas diferentes que nos lleven a ese destino. No tenemos que vernos a nosotros mismos ni a Dios desde un punto de vista tan estrecho.
Entonces, ¿cómo podemos superar esta mentalidad? Busca el glorioso propósito.
La frase “glorioso propósito”, que se pronunció por primera vez en la primera película de “Avengers”, se utiliza mucho en la serie “Loki”. Al iniciar el primer capítulo, al describirse, Loki afirma que él “carga un glorioso propósito”. Considera que su destino es gobernar, estar por encima de los que le rodean. Pero esta noción de su propio destino es rápidamente cuestionada por la AVT, especialmente cuando le muestran los “grandes éxitos” de su vida, incluyendo sus fracasos, errores y su propia muerte prematura. Su sentido del glorioso propósito, y del propósito en general, se desvanece rápidamente.
Sin embargo, eso no significa que la “carga” de Loki desaparezca. Con el tiempo, conoce a otras variantes de sí mismo y ellas también parecen agobiadas por la idea de que están destinadas a algo más. De todas estas variantes, el “Loki clásico” (Richard E. Grant) parece estar especialmente desilusionado por la noción de glorioso propósito. Se trata de una versión más antigua de Loki, que ha pasado gran parte de su vida en soledad después de juzgar que su propio propósito no es más que causar dolor a los demás. En un momento dado dice: “Estamos rotos, todas nuestras versiones”. Nosotros también podemos desilusionarnos con el significado de nuestro propósito cuando las cosas no salen como las habíamos planeado. Esto se agrava cuando sólo nos centramos en nuestros fracasos. Cuando la AVT mostró a Loki diferentes partes de su vida, sólo se centraron en sus mayores errores y fracasos.
El examen ignaciano (diferente del examen de conciencia) puede proporcionarnos una forma diferente de analizar nuestra vida. Es una manera de revisar los momentos de nuestro día para ver dónde está presente Dios, incluyendo tanto nuestros fracasos como nuestros éxitos. Como parte del examen, siempre revisamos nuestro pasado con la guía del Espíritu Santo, que puede ayudar a moderar los juicios sobre nosotros mismos. Cuando recordamos un momento en el que no respondimos como hubiéramos deseado, no nos apresuramos a juzgar. Reconocemos esos momentos para reflexionar sobre nuestro camino a seguir. También pedimos al Espíritu Santo que revele aquellos momentos en los que hemos respondido a la llamada de Dios en nuestras vidas, incluso en pequeñas interacciones o gestos. Aunque el examen implica revisar nuestro pasado, siempre termina mirando hacia adelante.
Avanzar con Dios es lo que realmente parece nuestra propia “sagrada línea del tiempo”. No es un camino en el que no cometemos errores. Dios tiene para nosotros planes más grandes de los que podemos soñar y esos planes no se desvían tan fácilmente. Puede que no sepamos ni veamos nunca el panorama general, pero podemos vislumbrarlo a través del examen. Al revisar nuestro día, con la ayuda del Espíritu Santo, podemos ver aquellos momentos en los que estamos más cerca de Dios y en los que Dios ha actuado a través de nosotros.
En el penúltimo episodio de “Loki”, el “Loki clásico” realiza un acto de heroísmo para ayudar a Loki. Mientras lo hace, grita: “¡Glorioso propósito!”. Es como si finalmente se diera cuenta del significado de esas palabras. Después de años de decepción y desesperanza, finalmente encontró un propósito en un acto de entrega para ayudar a otros. Nosotros también podemos estar decepcionados de vez en cuando, pero Dios no quiere que nos consideremos variantes. Más bien, podemos fijarnos en la seguridad del papa Francisco de que “nadie es inútil en la Iglesia”. Ese conocimiento nos ayudará a realizar pequeños actos de bondad con gran amor, un glorioso propósito que todos tenemos que ofrecer.
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Fuentes
Artículo “Loki and St. Ignatius both teach us: Following God’s plan doesn’t mean we won’t make mistakes” de Tucker Redding SJ, tomado de America Magazine. Traducido por Buena Voz Noticias. Foto: Marvel Studios
