14 propuestas para erradicar la violencia
9:00 a.m. | 6 oct 23 (AL/CL).- Después de un año de trabajo conjunto entre la Iglesia y la sociedad civil en México, se han reunido mil personas en tres jornadas de intenso trabajo (Diálogo Nacional) para proponer acciones específicas que han conformado la Agenda nacional de paz. Este programa, difundido al concluir el evento, será una guía para las instituciones del país, y se complementa con un Acuerdo ciudadano. La labor previa al encuentro dejó más de mil conversatorios y 14 mil participantes, para recoger el sentir de la población ante la situación de violencia y se han compartido buenas prácticas en seguridad y justicia.
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Durante tres días se realizó, en México, el Diálogo Nacional por la Paz. El encuentro fue convocado por la Conferencia Episcopal mexicana, la Conferencia de Superiores Mayores, la Dimensión Episcopal para los Laicos y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús. En este espacio de diálogo se presentaron los hallazgos de los Conversatorios por la Paz y los Foros Justicia y Seguridad, realizados durante un año. El intercambio de ideas giró en torno a la construcción de la paz dentro de todos los sectores del país que han sido dañados por la violencia, reflejada en los altos índices de homicidios y la destrucción del tejido social.
En un comunicado, se dio a conocer el Acuerdo ciudadano por la paz en México, donde se declara que, por medio de un ejercicio de oración, encuentro, diálogo y búsqueda de horizontes de esperanza, buscan construir un México “donde haya respeto a la vida, a la dignidad de todas las personas, estado de derecho y superación paulatina de las desigualdades sociales en todas sus causas”.
El mismo documento señala que este acuerdo “no busca promover la confrontación ni la venganza, sino la unidad y la reconciliación del país, para que todos podamos ser protagonistas en la construcción de la paz y la justicia”, pues señalan que la construcción de la paz es un trabajo conjunto que “implica la suma de voluntades, la coordinación de esfuerzos y la generosidad de todos para vencer el miedo ante la indolencia y la ineficacia de las autoridades, que no se han ocupado de su principal tarea de procurar unidad, seguridad, justicia y paz”.
LEER. Acuerdo ciudadano por la paz en México
Diálogo y Agenda para la paz
El Diálogo Nacional por la Paz, a lo largo de un año, realizó 1,002 Conversatorios por la Paz en 20 estados de la República Mexicana, en los cuales participaron 14 mil 105 personas; y 50 Foros Justicia y Seguridad en los 32 estados del país, a los que asistieron un total de 4 mil 716 personas. Con ello, se recogió el sentir de las comunidades ante la situación de violencia en el país y se conocieron las buenas prácticas en seguridad, justicia y tejido social. A esta iniciativa fueron convocados integrantes de la academia, organizaciones de la sociedad civil, miembros de la Iglesia, jóvenes, ciudadanía comprometida, representantes religiosos y gobiernos locales, entre otros.
El fruto de todo ese trabajo se ha plasmado en la denominada Agenda nacional de paz, que tiene la intención de “trazar un horizonte y una ruta de construcción de paz, donde se sientan incluidos los diferentes actores sociales”. Las instancias de la Iglesia que organizaron la iniciativa ratificaron su compromiso de construir una Red Nacional de Paz, que tiene la misión de propiciar una articulación interinstitucional, creando mecanismos de diálogo y colaboración, impulsando la implementación de la agenda en los diferentes sectores de la sociedad.
Además, deberán presentar la Agenda nacional de paz a todos los candidatos y candidatas a un puesto de elección, ya sea municipal, estatal o federal. También buscarán desarrollarse espacios digitales que permitan el encuentro, la vinculación, el intercambio de experiencias y la suma de esfuerzos; y promover acciones que permitan implementar la agenda en las familias, escuelas, comunidades, instituciones, empresas y universidades. Se trata de buscar la vinculación que propicie esfuerzos sostenidos para construir la paz, esto también llevará a exigir a los gobiernos que cumplan con su función de manera eficaz y transparente.
La agenda concretiza 14 acciones para iniciar un camino por la paz en México:
1. Impulsar la empatía y la solidaridad con las víctimas de la violencia.
2. Generar espacios de diálogo interinstitucional y la mediación para la resolución positiva de la conflictividad.
3. Promover procesos de sanación familiar y comunitaria para atender las secuelas de la violencia.
4. Promover en las escuelas una educación para la paz que ayude a una mejor convivencia social.
5. Recuperar el espacio público como lugar de encuentro y la organización comunitaria para resolver las necesidades colectivas.
6. Promover acuerdos laborales que mejoren las condiciones de trabajo y de vida.
7. Impulsar comunidades comprometidas con el cuidado y la corresponsabilidad.
8. Fortalecer la cultura de la hospitalidad con los migrantes, refugiados y desplazados.
9. Impulsar programas de prevención y atención de las adicciones.
10. Realizar acciones de cuidado del medio ambiente.
11. Promover la participación de la ciudadanía en el diseño e implementación de las políticas de seguridad.
12. Fortalecer los procedimientos de justicia restaurativa y mecanismos alternativos de solución de conflictos.
13. Reconocer, dignificar y recuperar el liderazgo de las policías municipales y comunitarias.
14. Convocar a expertos a una evaluación y rediseño del sistema de seguridad, justicia y cárceles de México.
LEER. Agenda nacional de paz (México)
VIDEO. Bienvenida al Diálogo Nacional por la Paz
Los compromisos que se asumen para ser constructores de la paz
El padre David Jasso, vicecanciller de la Arquidiócesis de Monterrey, jugó un papel fundamental tanto en la preparación del evento, como en su realización. Concendió una entrevista a José Francisco Gómez Hinojosa, publicada en la revista Vida Nueva, de la que además es colaborador.
¿Cuáles son los antecedentes del Diálogo Nacional por la Paz?
El Diálogo Nacional por la Paz es punto de llegada y punto de partida. Punto de llegada porque es fruto del camino que hemos recorrido a través de poco más de 1000 conversatorios y 50 foros sobre la paz a lo largo y ancho de México, donde con una metodología adecuada y participativa, muchas personas hemos podido expresar nuestros pensamientos, sentimientos y compromisos o acciones muy concretas, ya realizadas o por realizar. Nos hemos reunido en Puebla más de mil personas de distintos lugares, condiciones, sectores, vocaciones, organizaciones, etc. Pero también punto de partida, porque esa diversidad ha sido no solo una riqueza durante estos días, sino además semilla en la tierra que esperemos de fruto en el futuro próximo.
¿Cuáles fueron los momentos más importantes de su desarrollo?
Lo recogido en los conversatorios y foros se ha sistematizado y organizado en lo que llamamos Agenda Nacional de Paz. Un borrador de este documento se ofreció para la discusión en los grupos de diálogo durante el evento. El primer día se hicieron aportes en torno a la pregunta: ¿en dónde estamos? De tal modo que desde nuestras comunidades e instituciones pudiéramos compartir: ¿Cuáles son las dinámicas que están detonando las violencias en las comunidades y qué alternativas de solución tenemos?
El segundo día nos llevó a preguntarnos: ¿a dónde queremos llegar y qué podemos hacer para contribuir a desactivar la violencia y construir la paz en las localidades? Finalmente, el tercer día se nos presentó la Agenda Nacional con los aportes ofrecidos como un horizonte orientador y los pasos a dar para construir artesanalmente la paz. Un momento significativo se vivió cuando nos reunimos en grupos por estados de la República para construir caminos juntos.
¿Qué impacto inmediato y mediato crees que pueda tener el Diálogo?
Espero que este Diálogo Nacional, sin precedente en la historia contemporánea de la Iglesia de nuestro país, impacte cuanto antes en la conciencia personal y comunitaria de que todos y cada uno somos corresponsables ante la situación que vivimos. Inmediatamente espero que la propuesta, como inspiración y también como camino sugerido, llegue a organizaciones, instituciones, gobiernos, iglesias y movimientos para considerarla en las propias agendas y narrativas. A nivel mediato espero que se apropien y se profundicen las conclusiones. Que al regresar a donde surgieron ellas pueda darse realmente un cambio de mentalidad y actitud que derive en acciones concretas.
¿Algún mensaje final?
Sí. El camino al Diálogo Nacional nos ha permitido acercarnos al dolor, a la desesperanza y a las historias concretas de hermanas y hermanos a lo largo y ancho del país. Conocer es insuficiente, cuando no se acompaña ese conocimiento de empatía, compasión y corresponsabilidad. El bien de todos es tarea de todos. Muchas gracias.
LEER. Entrevista a mons. Ramón Castro, concedida a Vatican News
VIDEO. Diálogos por la Paz: Día 1
VIDEO. Diálogos por la Paz: Día 2
VIDEO. Diálogos por la Paz: Día 3
Información adicional
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Fuentes
Aleteia / ADN CELAM / Revista Vida Nueva / Videos: Conferencia Episcopal México – IBERO Puebla / Foto: CEM